La defensa del vicepresidente adelantó su presentación ante la Justicia y entregó un escrito para solicitar que sea sobreseído. Alegan que no intervino en los trámites
Mientras ejerce la presidencia de la Nación por el viaje de Cristina Kirchner en Estados Unidos, el vicepresidente Amado Boudou pidió ser sobreseído en la causa por falsificación de documentos públicos de un vehículo de su propiedad.
Lo solicitó a través de un escrito ante la sala II de la Cámara Federal porteña, adelantándose a una audiencia programada para este jueves.
Según informó Infobae, en el texto apuntó contra la responsabilidad de los gestores que intervinieron en los trámites, criticó las razones del juez federal Claudio Bonadio para procesarlo y aseguró que tanto él como su expareja Agustina Seguín, también procesada, fueron víctimas.
Los abogados de Boudou notificaron a la Cámara su decisión de no exponer de manera oral y dejaron el escrito en cuestión. La Sala II quedó en condiciones de «pasar al acuerdo», es decir, a comenzar a analizar la apelación.
Boudou, Seguín y un gestor fueron procesados en agosto pasado por la falsificación de documentos de un Honda CRX Del Sol color rojo modelo 1992. Bonadio acusó al vice de «falsificación ideológica» en un fallo que llegó pocas semanas después de que fuera procesado por el caso de la eximprenta Ciccone.
Al automóvil, Boudou le cambió el motor en 1995 -cambio nunca registrado- y lo tuvo diez años sin hacer la transferencia, que finalmente se realizó con documentación apócrifa. En los papeles presentados ante el registro hay firmas apócrifas (una de Boudou) y se declara un supuesto domicilio del vicepresidente que en realidad no existe, acreditado con la fotocopia de una página falsa (inventada) de su documento de identidad.
Bonadio sostuvo que el vicepresidente ni siquiera puede demostrar que haya comprado el auto. No presentó un solo papel que así lo acredite, afirmó el juez.
Según informó Boudou en sus declaraciones juradas, lo compró en julio de 1992 en una concesionaria de Mar del Plata hoy cerrada, pero la Justicia constató que en ese momento el auto todavía no había sido importado. Estaba en el medio del océano, viajando desde Japón. Y Boudou no fue su primer dueño. La primera mujer de Boudou, en cambio, dice que lo adquirió en 1993 y que, por ende, era un bien ganancial. Con este argumento, hoy le reclama la mitad.
En su defensa, Seguín admitió que fue ella quién contrató a uno de los gestores involucrados en el expediente, pero que lo hizo por pedido de Boudou. Dijo que él aportó el dinero para pagar los honorarios del gestor y que entregó la documentación que luego utilizó el gestor.
Fuente: www.parlamentario.com