El hombre, de nacionalidad egipcia, era uno de los responsables de las ejecuciones llevadas a cabo por el grupo yihadista y estaba considerado un viceemir de la fuerza Al Hesbá.
«Este es el mal, jeque», rezaba el mensaje escrito en su cuerpo, que mostraba signos de tortura y tenía un cigarrillo en la boca.
Si bien no está claro quien llevó a cabo la decapitación, el Estado Islámico prohíbe fumar en público, aseguraron residentes del lugar citados por Europa Press.
El cuerpo sin vida del funcionario islamista fue hallado en las inmediaciones de una instalación energética en la ciudad de Al Mayadeen.
Por otra parte, varias personas armadas intentaron matar a otros dos miembros del Estado Islámico en la ciudad.
El primero de los ataques fue cometido por una persona que intentó atropellar con su vehículo a un miliciano, y el segundo ataque fue perpetrado por un motociclista que agredió con un objeto metálico a un yihadista.
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