El camarista platense Raúl Dalto revocó hoy la prisión domiciliaria de la que gozaba el odontólogo Ricardo Barreda en base a que descreyó de la declaración del propio condenado y avaló lo que relataron los testigos.
Los siguientes son los puntos más salientes del fallo:
– El juez recordó que había autorizado a Barreda a que el 17 de enero fuera al Hospital Pirovano para un control médico, pero un camarógrafo de canal 9 lo grabó caminando por la calle poco después, cuando efectivos del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) ya se habían ido.
– Según Barreda, cruzó hacia la farmacia de enfrente porque al ingresar al pasillo de su edificio sufrió una descompensación y mareos y la esposa del farmacéutico lo atendió, le dio una taza de café y le dijo que se quedara allí hasta que se sintiera bien.
– Para el juez, esta salida «no estaba permitida y, en consecuencia, Barreda ha quebrantado el arresto domiciliario que venía sufriendo» y remarcó que, a instancias de su defensor, luego contó que fue a la farmacia a tomarse la presión, algo que no había hecho espontáneamente.
– Dalto valoró la declaración de un médico de apellido Quiroga, del Pirovano, quien dijo que no le tomó la presión a Barreda porque consideró que no era necesario y que el paciente no le manifestó dolencias.
– También tuvo en cuenta el testimonio de Diego Reyes, camarógrafo de canal 9, del cual surgió que Barreda tardó al menos 10 minutos en salir desde que fue dejado por el SPB, «tiempo prudencial para solicitar un pronto socorro».
«Es más, si tan mal se sentía debió avisar por el portero eléctrico a su mujer para que lo acompañase hasta la farmacia y no aventurarse –en el estado que él afirma que se encontraba- a cruzar una calle con alto tránsito vehicular».
– Reyes dijo que no le dio la sensación de que el condenado se encontrara bajo los efectos de una urgencia médica.
– Dalto remarcó que si bien se le informó que la esposa del farmacéutico no podía ir a declarar por tener a su esposo con un Accidente Cerebro Vascular (ACV), en las imágenes se la observa cruzando con Barreda y su mujer, Berta.
«Esto me lleva a descreer una vez más de las excusas puestas por el condenado en cuanto a que dicha señora si bien en otras varias oportunidades se cruzó a tomarle la presión a su casa, ahora no lo podía hacer por esa razón», dijo el juez.
«No encuentro razonable que si la tal señora Dora camina junto a Barreda y Berta, no pudiese ante un llamado de urgencia de una vecina acudir a tomar la presión», agregó.
– «Barreda también afirmó que cuando salió de la farmacia se sintió mal. Las imágenes registradas para nada avalan dicha postura. Es más se los observa mirando vidrieras, cruzando la calle separadamente y luego, cómo Berta camina delante de él hacia su casa».
Fuente Telám