Un juez federal de Texas suspendió temporalmente las medidas ordenadas por el presidente Barack Obama para regularizar a unos cinco millones de indocumentados.
El juez Andrew Scott Hanen, de Texas, suspendió temporalmente las medidas ejecutivas ordenadas en noviembre por el presidente Barack Obama para regularizar a unos cinco millones de indocumentados.
La Casa Blanca reaccionó inmediatamente anunciando hoy que el Gobierno apelará el fallo porque que considera que Obama ha actuado “dentro de su autoridad legal”.
“La decisión del tribunal federal impide erróneamente que se implemente esta política legal y de sentido común, y el Departamento de Justicia ha indicado que apelará dicha decisión”, expresó el portavoz de Obama, Josh Earnest, en un comunicado.
«Sería imposible volver a meter al genio de nuevo en la botella», ha subrayado Hanen, el juez que frenó la aplicación de la Ley.
La decisión del juez Hanen, de la corte federal de Brownsville, paraliza por el momento las medidas migratorias que estaban a punto de comenzar.
Este miércoles se abría el plazo para extender el DACA , popular programa de acción diferida que desde 2012 le ha permitido a más de medio millón de jóvenes indocumentados frenar su deportación y obtener un permiso temporal de trabajo. En los próximos meses, se iniciaría un nuevo programa para conceder permisos de trabajo a los padres de ciudadanos estadounidenses o hijos con estatus permanente.
En su fallo, el juez argumenta que las medidas propuestas por el actual presidente Obama producirían un “daño irreparable”, por lo cual a través de «un mandato judicial temporal» suspendió la aplicación de las medidas mientras se sustancie el proceso o hasta «una orden ulterior de este tribunal”.
«Sería imposible volver a meter al genio de nuevo en la botella», subrayó Hanen, que dice coincidir con los demandantes en que la legalización de millones de inmigrantes indocumentados es una acción «virtualmente irreversible”.
El magistrado, conocido por otras resoluciones críticas con la política migratoria, considera que la administración de Obama no ha llevado a cabo los procedimientos básicos exigibles para aplicar el plan migratorio y le reprocha al Gobierno que no haya sido capaz de un mayor control de las fronteras, lo que ha agravado el problema de la inmigración ilegal, según detalla The New York Times.
Pese al revés, las organizaciones que apoyan la reforma migratoria se han apresurado a afirmar que continuarán trabajando para que las acciones ejecutivas de Obama entren en vigor.
La vía legal no es más que uno de los caminos tomados por los que se oponen a las acciones migratorias dictadas por Obama en noviembre, frustrado por la negativa del Congreso a aprobar una reforma migratoria que propusiera una solución para los más de 11 millones de indocumentados que viven en el país.
Fuente: www.infonews.com