Desde la madrugada y hasta el mediodía se escucharon ruidos en un radio de al menos dos kilómetros a la planta petroquímica de Ensenada. Desde YPF informaron que se trató de alteraciones en una línea de vapor. Tensión vecinal
Centenares de vecinos de la región tuvieron ayer una mañana tensa. Es que desde la madrugada y hasta el mediodía escucharon un ruido continuo proveniente del Polo Petroquímico.
Una vez más, desperfectos en la planta de YPF ocasionaron resquemores y preocupación. Marcelo Martínez, de la ONG Nuevo Ambiente, habló con Hoy y afirmó que “nunca nos explicaron con detalles desde la empresa los motivos o maniobras que realizan para que se ocasione tanta contaminación sonora”.
Adriana, una vecina del barrio El Dique, se comunicó con el diario para alertar de la situación. “No se escucharon explosiones pero sí un ruido continuo. Y eso que vivo a 20 cuadras de la Petroquímica”, afirmó la mujer.
“La verdad es que los frentistas estamos acostumbrados a estas situaciones. Nos alteramos un poco pero ya nos estamos acostumbrando, a pesar de que sea muy molesto”, agregó Adriana.
Desde la empresa reconocieron que hubo irregularidades y emitieron un escueto comunicado: “YPF informa que esta mañana (por ayer) se produjeron alteraciones en una línea de vapor del Complejo Petroquímico, lo cual generó alguna afectación sonora en la región. La situación se normalizó cerca del mediodía, sin generar consecuencias para la población de la zona. En cumplimiento de las normas vigentes, la compañía dio aviso a los organismos ambientales provinciales”.
Una comunidad desprotegida
La preocupación en estado latente no cesa entre los ensenadenses. A eso llevó la falta de un mantenimiento adecuado del complejo industrial de YPF, en el que sigue acumulando episodios alarmantes.
Ruidos que provocan miedo, incendios en la Refinería, quema con grandes columnas de humo negro que invade el cielo, son una clara muestra de que en los últimos meses no se hizo absolutamente nada para proteger a la comunidad ante posibles nuevos siniestros.
Falta control y ni siquiera existen planes de contingencia para evacuar a las familias que viven en las zonas cercanas. A ello se le suman que los intendentes de Ensenada y Berisso, los kirchneristas Mario Secco y Enrique Slezack, miran para otro lado por cuestiones económicas y políticas. De hecho, han ordenado cajonear en los Concejos Deliberantes distintas iniciativas impulsadas por organizaciones ecologistas para que YPF pague una tasa ambiental que permita financiar la compra de estaciones de monitoreo permanente que controlen las emanaciones del predio industrial.
El deplorable estado de la Refinería, donde se produce el 30 % del combustible del país, es una de las grandes cuentas pendientes de la gestión de Miguel Galuccio al frente de la petrolera reestatizada por el Gobierno nacional.
Fuente: www.diariohoy.net
