El horroroso hecho sucedió durante la madrugada del sábado cuando efectivos pararon a un joven que salía del boliche Ink en Quilmes y él se negó.
El joven, que provenía del boliche Ink en Quilmes, manejaba su auto escuchando música muy fuerte y la policía lo alertó para que se detuviera. Al negarse, atropelló a dos agentes y a un funcionario municipal al que se lo llevó durante cuatro cuadras arriba del capó chocando a otros 10 autos.
Carlos Bruzzo, el comisario afectado, sufrió una fractura expuesta de la tibia derecha y luxación de hombro derecho y permanece en un hospital privado de Capital Federal, donde será operado.
«A la media cuadra choca con un auto y ahí se desprende de los otros tres personas. Pero lamentablemente (el subcomisario Carlos) Bruzzo sigue arriba del capó porque cerró la ventanilla y quedó aprisionada la mano y lo lleva cuatro cuadras y media. En ese camino fue embistiendo 10 autos que estaba estacionados porque venía pegando volantazos. Embistió finalmente con una camioneta Eco Sport», explicó Sergio Godoy, titular de la Comisaría Primera a Radio FMQ.
«Creemos que estaba alcoholizado. Se le hicieron todos los estudios que precisó el fiscal. No entendemos que lo llevó a hacer esta acción. La reacción fue totalmente desmedida», manifestó Godoy.
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