La embajada británica en Teherán volvió a abrir sus puertas hoy, cuatro años después de su cierre, en una ceremonia que contó con la presencia del ministro británico del Exterior, Philip Hammond.
Teherán.- La embajada británica en Teherán volvió a abrir sus puertas hoy, cuatro años después de su cierre, en una ceremonia que contó con la presencia del ministro británico del Exterior, Philip Hammond.
Hammond, el primer diplomático de alto nivel que visita Irán desde hace 12 años, calificó la reapertura de «punto de inflexión» en las relaciones bilaterales entre ambos países, citó DPA.
«La reapertura de la embajada británica refleja el hecho de que en Occidente se reconoce el papel constructivo de Irán», dijo por su parte su homólogo iraní, Mohamed Yawad Sarif, según señala la agencia de noticias Fars.
«Aunque seguimos manteniendo diferencias con Londres, queremos discutirlas de forma pragmática», añadió durante la rueda de prensa conjunta que ofrecieron ambos ministros.
Y es que tras el acuerdo nuclear logrado a mediados de julio entre Irán y Occidente, ambos países se proponen normalizar sus relaciones y emprender una nueva etapa de cooperación económica. Ese fue el principal tema de la reunión entre Hammond y el ministro iraní para el Petróleo y presidente del Banco Central.
Según Hammond, desde el inicio de la presidencia de Hassan Ruhani, en 2013, ambos países están viviendo un acercamiento político. Irán, declaró, es un país importante en una región muy inestable. «Por eso es también importante que tengamos un canal conjunto de diálogo a través de las embajadas», añadió.
El británico igualmente reconoció que siguen existiendo diferencias entre ambos países. «Pero también tenemos intereses comunes», declaró. Entre ellos, señaló, figura especialmente la cooperación con Irán en la lucha contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.
Sarif también subrayó que la lucha conjunta contra el EI es de interés para ambos países. «Especialmente en el marco de las crisis que afectan a la región necesitamos una base para la negociación con la que se fortalezca la cooperación y se limen las diferencias», declaró el iraní.
Londres interrumpió las relaciones con Teherán en 2011, después de que islamistas iraníes asaltaran la legación británica y el recinto de la residencia del embajador británico, donde destrozaron algunas oficinas.
Por el momento ninguno de los dos países tiene previsto enviar embajadores hasta que se aclaren algunas cuestiones como, por ejemplo, una indemnización a Londres.
Fuente: El Universal
