Londres, 8 feb (PL) El exfiscal sueco Sven Erik Alhem criticó hoy aquí el manejo judicial de las acusaciones contra el fundador del sitio Wikileaks, Julian Assange, enfrentado a un juicio por extradición y a las amenazas de Estados Unidos.
Los abogados de Assange difundieron un documento durante las dos jornadas de audiencia en el Tribunal de Belmarsh, en el que advierten los peligros de una entrega a Suecia, donde no recibiría un juicio justo, además de que abriría las puertas a una extradición a Estados Unidos. Interrogado por la defensa, Alhem dijo este martes que la fiscalía de Estocolmo debió haber entrevistado a Assange y procurar detalles sobre las acusaciones que pesan en su contra por supuesto abuso sexual, antes de solicitar la extradición a Reino Unido.
El editor principal de Wikileaks acrecentó el disgusto y la persecución del gobierno estadounidense tras la filtración en noviembre pasado de unos 250 mil cables secretos del Departamento de Estado. Cuentan además miles de archivos confidenciales del Ejército de Estados Unidos sobre las guerras en Afganistán e Irak.
Sus abogados insisten en que de trasladarlo a territorio norteamericano Assange, podría ser confinado en la ilegal prisión de Guantánamo y ejecutado por las embarazosas revelaciones.
En mi opinión debimos asegurarle una oportunidad para que diera su versión de los hechos en detalle, declaró Alhem ante la corte, a través de los traductores.
La fiscalía sueca recurre a supuestos intentos fallidos de entrevistas para demostrar una falta de cooperación del periodista australiano, de 39 años de edad, sometido a una libertad condicional bajo estricta vigilancia de la policía británica.
Los abogados consideran desproporcionado el procedimiento empleado por las autoridades suecas para reclamar la extradición mediante una orden de captura europea, en lugar de interrogarlo en Londres.
Para uno de sus representantes legales, Bjorn Hurtig, las acusaciones de abuso sexual contra su cliente son las más inconsistentes que ha visto en toda su carrera profesional y uno de los casos «más débiles», sin fundamento.
Alhem, a su vez, dijo incluso que no había ninguna excusa que justificara el rechazo de los fiscales de su país para hablar con Assange.
También dio como poco probable una extradición a Estados Unidos por la tormenta que el hecho provocaría en los medios de comunicación.
Aun así, el gobierno norteamericano estudia la vía para imputar presuntos cargos criminales al fundador de Wikileaks por el llamado cablegate.
No queda claro, por otra parte, si el juez del caso Howard Roddle decidirá este martes en la audiencia a puerta cerrada la extradición o retrasaría un fallo, al que podría apelar Assange.
