Es otro Independiente este de Antonio Mohamed. Cambió el escenario de aquel equipo a la deriva, que parecía entrenado para devorarse entrenadores.
Hay otro clima en las prácticas de Villa Dominico; hay otro entusiasmo en el Libertadores de América; hay otro horizonte posible: Independiente está a un empate por menos de dos goles de acceder por primera vez en 15 años a una semifinal en el ámbito internacional . Si el jueves deja en el camino a Deportes Tolima (en el encuentro de ida, en Ibagué, igualaron 2-2) el histórico Rey de Copas -además- quedará a sólo dos escalones de su decimosexto título internacional. No es poco, considerando los años recientes de Independiente: obtuvo apenas un título (el del Apertura 2002) de los últimos 50 que disputó entre locales e internacionales.
Sí, se llama Mohamed y le dicen el Turco a este entrenador que encontró un sueño detrás de la neblina en apenas 36 días de trabajo . En los seis partidos que dirigió ganó los dos más importantes (1-0 en el clásico ante Racing y 4-2 frente a Defensor, por la Sudamericana), empató otros dos clásicos (Boca y San Lorenzo) y en Colombia y sólo cayó ante el asombroso All Boys (1-3, en Floresta).
Los jugadores lo observan. Señala Nicolás Cabrera: “Se empezó a trabajar de una manera muy buena, en un buen ambiente y se consiguieron resultados que es lo más importante. Así las cosas empezaron a cambar”. Agrega Roberto Battión: “Nosotros nos dimos cuenta de que había que cambiar la actitud. El Turco es muy abierto. El primer partido jugamos con cuatro en el fondo, no es que vino y nos quiso imponer sus ideas.
Nosotros aprendemos de él y él aprende de nosotros , es cómodo poder darle nuestras opiniones”.
No sólo eso, también les da lugar a todos, sobre todo empujado por el objetivo prioritario de la Copa Sudamericana y por la tendencia a mezclar suplentes en el Apertura. Un ejemplo: con él, seis futbolistas convirtieron su primer tanto con la camiseta roja (Cristian Báez, Nicolás Cabrera, Facundo Parra, Nicolás Martínez, Julián Velázquez y Germán Pacheco).
Tiene otro rasgo su conducción: a los que cumplen en su puesto les respeta la titularidad invariablemente. Por eso, se estima que en la revancha ante Tolima repetirá la formación de Ibagué.
El clima en el contorno también varió: los hinchas modificaron su ánimo. Ayer, en la práctica en Domínico, se observaron dos banderas que lo cuentan: “Jugadores, ya ganaron el clásico, ahora queremos la Copa” y “Todos por la Copa, nosotros en el tablón y ustedes con el corazón” .
Fuente: Clarín
