La actriz no soportó que los fotógrafos hicieran guardia en la puerta de su casa. Y estalló: «¿Por qué la muestran? Es muy jodido por el tema de la seguridad».
Lali Espósito venía bancándose bien las publicaciones queseñalaban su romance con Mariano Martínez. Hasta que finalmente se enojó. ¡Y de qué manera! La actriz se enfureció con los fotógrafos que la esperaban en la puerta de su casa a la pesca de una foto de ella con el actor, y lanzó una fuerte crítica: “¡Qué trabajo de mier… tienen! ¿Por qué no se van a su casa?”.
Según los reporteros gráficos, la protagonista de Esperanza mía (El Trece, a las 21) habría pasado la noche con Martínez en su casa luego del festejo de su cumpleaños el fin de semana en un boliche en Costanera. Según trascendió, al otro día de la celebración salió de su departamento de la avenida Libertador con el actor dentro del auto. Pero al ver a los fotógrafos realizó una maniobra para regresar al garage. Al volver a salir, ya sin rastros de Martínez, lanzó su reclamo.
“Es real que dije eso (lo de «Qué trabajo…»). Es por mostrar impunemente la casa de alguien. Podés hacerme una nota, vos lo estás haciendo muy respetuosamente, me preguntás lo que me tenés que preguntar de una linda manera y yo te puedo responder con buena onda porque ustedes están trabajando, pero ésa de ir a la puerta de la casa de uno, meterse en el garaje de uno… También se me tiraron arriba del capó, literal, y por esquivarlos y por salir rápido de mi casa, porque no tengo ganas de parar en la puerta de mi casa, o sea, paro acá a hacerte una nota, no en la puerta de mi casa, por hacer eso terminé chocando algo«, sostuvo en El diario de Mariana (El Trece, a las 14.30).
«Fue un momento muy incómodo, que me lo hicieron vivir muy incómodo porque no tengo porque parar en la puerta de mi casa a hablar. Paro en el ámbito de trabajo, en la puerta de Pol-Ka, pero ¿por qué lo tengo que hacerlo en la puerta de mi casa, por qué la muestran? Sin preguntarme, sin pedir permiso. Eso me parece una falta de respeto, porque yo vivo ahí, no es que es mi trabajo, no es una oficina”, agregó. Y cerró: “Lamentablemente, no somos Suiza. Vos no podés mostrar tan impunemente la puerta de alguien, la casa de alguien. Lamentablemente, ojalá la cosa cambie, pero vivimos en este país, que es hermoso, pero que es muy jodido a veces con el tema de la seguridad. Entonces, no puede ser tan libre. Claro que eso a mí me molesto, el resto te hago chistes y me río”.
Fuente: Clarin