Un estudio reveló que centenares de personas estarían infectadas con una bacteria que puede ocasionar dolor testicular, pélvico y sangrado después de tener relaciones íntimas
Hace pocas horas, un estudio realizado por científicos de Inglaterra, descubrió que el contacto sexual es el transmisor de la bacteria MG (mycoplasma genitalium), que, pese a poder aparecer a través de varios síntomas (como inflamación pélvica, infertilidad y embarazo ectópico), muchos pacientes no presentan ninguna manifestación. En ese sentido, Nigel Field, de Salud Pública de Inglaterra (PHE, por sus siglas en inglés), detalló que «más de 90% de los hombres y más de la mitad de las mujeres con MG no tienen síntomas», por lo que es fundamental continuar con las investigaciones.
La bacteria se encuentra en «1% de la población de entre 16 y 44 años con al menos un compañero sexual», continuó el especialista, al revelar los resultados del estudio publicado en el Periódico Internacional de Epidemiología. Allí, agregó que la cifra aumenta entre quienes mantuvieron relaciones con al menos cuatro personas en el último año. Ante esto, resaltó la importancia de las medidas de prevención para combatir a la bacteria, que se encuentra bajo vigilancia nacional, como el «uso del preservativo y la reducción de los comportamientos sexuales riesgosos».
Argentina no está al margen
Por su parte la especialista en enfermedades de transmisión sexual (ETS), la doctora Miriam Perrotta, marcó en una entrevista con Hoy que “lejos de desaparecer, la incidencia de ETS está aumentando año tras año. Esto se puede apreciar en infecciones clásicas, como la sífilis o la gonorrea, y también en aquellas que no se empezaron a detectar y a tratar hasta fechas más recientes, como la infección por el virus del papiloma humano o este nuevo estudio que se realizó en Inglaterra. Las causas de este aumento son múltiples y a veces difíciles de cuantificar, pero entre ellas podríamos citar la falta de información, el aumento de la población inmigrante, los viajes al extranjero, los cambios en los hábitos sexuales de la población, el aumento del número de parejas sexuales y algunos factores más”.
Además, Perrota le explicó que “hay que desterrar el mito que dice que las ETS sólo afectan a los estratos sociales menos favorecidos. Todos estamos expuestos, y concientizar que la prevención es cada día más importante. Es fundamental que la gente más joven entienda que son un problema potencialmente muy grave y con importantes secuelas para la salud, por lo que la educación (principalmente en casa, con los padres, pero también en los colegios) es la mejor opción que disponemos”.
Fuente: Diario Hoy