La noche del domingo llegó con malas noticias para los participantes de Gran Hermano: el ingreso del polémico Cristian U. a la casa como reemplazo de sí mismo, tras haber abandonado el programa voluntariamente. Hubo de todo: llantos, salidas abruptas, ataques de nervios, y todas esos ingredientes que, últimamente, hacen a un reality show . Sin embargo, los fuegos artificiales de la emotividad de los participantes duró muy poco. Al día siguiente, el lunes, comieron un abundante asado como si la presencia del «intruso» no les molestara.
Pamela, la concursante, que en la gala del domingo pasado había dicho que se quería ir, recibió ayer, la visita de su hijo- una de los «premios consuelo» que puso Gran Hermano para que los jóvenes soporten el ingreso de los cuatro concursantes que regresaron . El breve contacto con su bebe, parece que calmó la «bravura» de la cordobesa.
Las cosas no sólo se calmaron por ella. Cada uno de los «veteranos» (los concursantes que permanecen en el encierro desde el comienzo del programa, hace alrededor de dos meses) pudieron preguntarle a los «reingresantes» cómo son vistos en el exterior.
Fuera de la casa, Jésica, la que ataque de nervios de por medio, abandonó la casa el domingo a la noche, habló por primera vez anoche, en Gran Hermano. El debate . En el ciclo que conduce Mariano Peluffo , la ex participante explicó por qué en un momento armó una alianza con Cristian U. y luego se distanció. «El me quiso manipular. Me quiso «psicopatear»», contó.
Las cosas por ahora están en paz en el corazón de la casa… El tema, claro, es: ¿hasta cuándo?
Fuente: La Nación
