Salcedo aún no había convertido en Argentinos. Hasta anoche: hizo dos para el 3-1 sobre América. El otro, Sánchez Prette.
Arrancó tan mal la noche para los hinchas de Argentinos que se miraron entre ellos, incrédulos, amargados. Rolfi Montenegro, encima uno conocido, entró por el fondo y, de cabeza -sí, de cabeza- conectó para el 1-0 de América. La Paternal enmudeció, excepto para ese puñado de mexicanos que se abrazaron.
Así como se baja, se sube. En emociones, claro. Hasta anoche, los fanáticos del Bicho comenzaban a murmurar sobre Santiago Salcedo. El paraguayo aún no había convertido. Y lo habían contratado para eso: fabricó un penal que Víctor Carrillo sancionó. Fue el atacante, miró qué hacía el arquero Ochoa y, con clase, desde los doce pasos, la acomodó al palo izquierdo del mexicano.
Y faltaba el segundo. Desde la esquina, la pelota arribó sin dueño al corazón del área. Y Salcedo, pícaro, astuto, prolijo, anticipó a su marcador. Sí, gol. Y dos a uno. Faltaba el 3-1, esa perla al ángulo de Sánchez Prette. En dos partidos, Argentinos suma 4 puntos. Qué tal…
Fuente: La Razón