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Los países del G20 prometen evitar grandes devaluaciones

El compromiso de los más poderosos de no realizar “devaluaciones competitivas” de sus monedas puede tener impacto positivo en la economía.
Los países del G20 prometen evitar grandes devaluaciones

Foto: AFP
Por Javier Álvarez para Los Andes

Los ministros de finanzas y jefes de bancos centrales del G20 se comprometieron ayer en Buenos Aires a evitar una “guerra de divisas” ante las controvertidas tensiones del comercio mundial, un objetivo que podría descomprimir rigideces internas en la Argentina.

Para ganar competitividad, los países suelen devaluar fuerte sus monedas frente al dólar. Pero en la Argentina eso tiene un daño colateral: la suba del precio del billete verde se traslada -siempre- a los precios internos, genera inflación.

Además, la resolución es importante para la Argentina porque viene de registrar un déficit comercial de 8.471 millones de dólares en 2017 y los datos de este primer trimestre no indican un cambio de tendencia. El país necesita exportar más e importar lo mismo o menos.
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Objetivos sin explicación

Al margen de ello, la reunión ministerial dejó sensación a poco. En el documento de tres páginas y 12 objetivos para este año difundido tras el cierre se leen generalidades y expresiones de deseo sobre diversos temas, pero en ningún caso se explica cómo se avanzará.
Osde Binaria – Junio de 2017 – 300*600

Ayer, con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, como anfitriones, el G20 reconoció que la volatilidad excesiva o los movimientos desordenados de los tipos de cambio pueden tener consecuencias adversas para la estabilidad económica.

“Nos abstendremos de devaluaciones competitivas y no usaremos nuestros tipos de cambio para esos fines”, comunicó el G20, integrado por 19 países y la Unión Europea, que representan el 75 por ciento del comercio internacional.

Los tipos de cambio flexibles, cuando son factibles, pueden servir para mitigar shocks externos, agrega el documento. Cambiemos ya lo viene haciendo: vendió casi 1.200 millones de dólares en las últimas dos semanas para evitar que el peso pierda poder frente al dólar.

En conferencia de prensa, Dujovne apuntó que los países se comprometieron a buscar políticas comerciales que den estabilidad porque una de las materias pendientes de los planes puestos en marcha desde la crisis mundial de 2008 es la creación de empleo sostenido y de calidad.

Sentado a su lado, Sturzenegger señaló que el diálogo fue muy intenso. “Había muchas tensiones por el comercio. El mundo está en un proceso de crecimiento del 4%, no así el empleo”, dijo el banquero.

“El proteccionismo es un gran error histórico”, enfatizó el ministro de Economía español, apuntando hacia las medidas del gobierno de Trump.

En ese debate, que tuvo momentos ásperos por la postura proteccionista del secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, el FMI ofició de árbitro. Y luego emitió un informe en el que instó a los países a “fortalecer el potencial para un crecimiento más alto y más inclusivo”.

A pesar de las tensiones entre Estados Unidos y China, Dujovne consideró que no hay una guerra comercial a nivel mundial y sostuvo que la decisión de la gestión de Donald Trump de aplicar aranceles a la importación de acero y aluminio afecta una “parte muy pequeña” de su comercio internacional.

Al cerrar el encuentro, Dujovne ratificó el compromiso de la Argentina con el “multilateralismo, la cooperación internacional y el comercio basado en las normas de la Organización Mundial del Comercio”.

Pero EEUU no da el brazo a torcer. Mnuchin lo dijo en privado y luego en una conferencia de prensa: “La imposición de aranceles no es una medida proteccionista, sólo se trata de aplicar la reciprocidad”.

El ida y vuelta fue permanente. “El proteccionismo es un gran error histórico”, enfatizó el ministro de Economía español, Román Escolano, en una rueda de prensa.

El presidente Mauricio Macri pasó a saludar y cerró formalmente las deliberaciones en las que se aprobó, a propuesta argentina, una hoja de ruta para “crear mecanismos de financiación destinados a obras de infraestructura” en países emergentes.

Macri celebró la aprobación de esa idea dado que la falta de infraestructura, que deriva en elevados costos logísticos, es uno de los principales señalamientos que recibe la Argentina desde el exterior tanto de inversores como de organismos internacionales.

“Esta es una región de paz, en desarrollo y que tiene mucho que ofrecer en términos de seguridad energética y alimentaria. Por eso es conveniente que el G20 ponga las necesidades de las personas en primer lugar, con un enfoque en la igualdad y la sostenibilidad “, concluyó.
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Deuda U$S 342.000 millones

El aumento de los niveles de deuda en los países de bajos ingresos ha generado “preocupaciones” sobre las vulnerabilidades de los países ante eventuales shocks externos, dijo ayer el G20, y la Argentina no es una excepción.

El mercado internacional de crédito abrió sus puertas a la Argentina en 2016 y Macri hizo uso de él: el pasivo alcanza los 342.000 millones de dólares, por lo que aumentó un 35% en los dos primeros años de Cambiemos en el poder.

El G20 apoyó la asistencia técnica por parte del FMI y el Banco Mundial en registro y reporte de deuda en los países de bajos ingresos, cuando resulte necesario, y espera que el trabajo de estas instituciones ayude a transparentar las emisiones.

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