Un sondeo de parlamentario.com revela que se imponen los legisladores en contra del proyecto, pero la diferencia se reduce si se proyecta la tendencia de los indecisos, que todavía son más de 20. En caso de empate, la suerte de la iniciativa quedará en manos de Emilio Monzó.
A medida que se acerca el debate por la despenalización y legalización del aborto, dentro del recinto de la Cámara de Diputados, se van conociendo las posiciones de quienes hasta el momento se definían como indecisos. Es así que en las últimas horas se revelaron varias posturas y, seguramente, se conocerán más hasta el inicio de la sesión.
Las novedades sobre cómo votará cada diputado provocan un constante movimiento en el famoso “poroteo”, que muestra un resultado muy peleado y sumamente ajustado si se proyectan las intenciones de voto de aquellos que todavía no han expresado cuál será su voluntad.
Según los cálculos realizados por parlamentario.com, hasta este martes el “no” gana, en principio, por 120 votos contra 113 de los impulsores de la ley. Hay 22 indefinidos, sin contar al presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, quien deberá interceder en caso de empate.
Si se proyecta la intención de voto de gran parte de los indecisos, los diputados a favor del aborto legal ascenderían, al menos, a 122, y los que están en contra sumarían 124 voluntades. Aunque habrá que tener en cuenta posibles ausencias y abstenciones.
Hay indefinidos en la mayoría de los bloques. Entre los casos más emblemáticos figuran el cordobés Mario Negri (jefe del interbloque Cambiemos), los bonaerenses Fernando Espinoza (Frente para la Victoria-PJ) y el macrista Álvaro González (Pro) y el salteño Javier David (Justicialista).
Otros indecisos son el bonaerense Fernando Asencio (Frente Renovador), la pampeana Melina Delú (Justicialista), el bonaerense José Ignacio De Mendiguren (Frente Renovador), el formoseño Gustavo Fernández Patri (FpV-PJ), el riojano Danilo Flores (Justicialista), y el porteños Alejandro García.
También continúan indefinidos Daniel Di Stéfano, Verónica Derna y Jorge Franco -quien se ausentaría-, todos del Frente de la Concordia Misionero.
La lista sigue con el tucumano Facundo Garretón (Pro), los pampeanos Daniel Kroneberger (UCR) y Ariel Rauschenberger (Justicialista), la formoseña Inés Lotto (FpV-PJ) y la santiagueña Mirta Pastoriza (Frente Cívico). En tanto, el santafesino Hugo Marcucci (UCR) y el catamarqueño Gustavo Saadi (Elijo Catamarca), optarían por abstenerse al momento de la votación.
Además se encuentran sin definición el puntano José Riccardo (UCR), el fueguino Héctor “Tito” Stefani (Pro) y por último, el propio Monzó. Si la votación deriva en empate, se deberá practicar por segunda vez, y si resulta igual, el presidente deberá votar.
Tanto desde el oficialismo como de la oposición se denunciaron las “presiones” sobre los indecisos. Así lo afirmó, por ejemplo, el tucumano Facundo Garretón, quien dijo haber recibido “amenazas” y “agravios de todo tipo” por “si iba a votar de tal o cual forma”.
Este martes, a partir de las 15, el plenario de las comisiones de Legislación General, Legislación Penal, Familia y Mujer, y Salud avanzará con la firma del dictamen. En el proyecto consensuado, las impulsoras de la interrupción voluntaria del embarazo cedieron en algunos cambios importantes al proyecto original para seducir a indecisos.
El texto mantiene el límite de la semana 14 para el aborto a simple demanda, y superado ese plazo, se habilita la práctica en casos de violación, riesgo para la vida o la salud de la gestante, o si se diagnosticara la inviabilidad de vida extrauterina del feto.
Además, se incorporó la objeción de conciencia individual; se agregó la creación de consejerías integrales no obligatorias pre y post aborto; y en el caso de las menores de 16 años se remite al artículo 26 del Código Civil, donde se presume que la mujer “tiene aptitud para decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física”.
Otro punto importante del pre-dictamen es que se sanciona con pena de prisión de entre tres y diez años al médico que obre sin consentimiento de la mujer; y con penas de entre tres meses y un año si realiza el aborto a partir de la semana 15, sin consentimiento de la gestante -salvo si se verifica alguna de las causales antes citadas-.
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