Aceptó en el Senado una preferencia para tratar el proyecto para crear la comisión investigadora, propuesta por la UCR. «Queremos ver de que se trata», se limitó a responder Pichetto. El debate se traslada a la Comisión de Asuntos Constitucionales, presidida por Nicolás Fernández. Sin quórum, los K eviitaron forzar debate por comisiones.
El kirchnerismo dejó pasar en el Senado el proyecto para crear una comisión bicameral que investigue la mafia de los medicamentos, propuesta por la UCR. Permitió la preferencia para que se trate en la próxima sesión.
«Queremos ver de que se trata», se limitó a decir el jefe del bloque Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, cuando su par radical José Cano propuso tratar en la próxima sesión la creación de la bicameral, que tiene como objetivo investigar el mecanismo de financiación de enfermedades complejas que derivó en varias causas sobre supuestos desvíos de fondos o falsificación de medicamentos.
El proyecto fue girado a la Comisión de Asuntos Constitucionales, presidida por el kirchnerista Nicolás Fernández, el senador más cercano a Cristina Kirchner. Su nivel de dilación dependerá de la motivación de la Casa Rosada en que el tema tenga ruido parlamentario.
El texto solicita la creación de una comisión bicameral investigadora “del régimen de producción, comercialización y distribución de medicamentos”. Fue presentado en febrero por la mayoría del bloque radical.
Cano había adelantado a LPO que no dejaría que el expediente quede cajoneado. “Se tiene que poner énfasis en que desde 2003 existe un mecanismo en el país de adulteración, presentación de troqueles falsos y adulteración de medicamentos mediante troqueles falsos y carpetas falsas de pacientes que ni saben que están enfermos. Y todo a través de la Administración de Programas Especiales (APE)”, señaló.
No hubo planteo por comisión
Imposibilitado de alcanzar la mayoría, Pichetto no planteó el reclamo por lugares en las Comisiones de Presupuesto, Acuerdos y Asuntos Constitucionales, ignorado por la presidencia de la Cámara, que lo giró a la última de las comisiones, sutil manera de mandarlo al archivo.
El recinto no lo ayudaba: entre oficialistas y opositores en ningún momento hubo más de 60 senadores en sus bancas, lejos del 72 que conforman el cuerpo. Nunca se lo vio a Carlos Menem, la esperanza del kirchenrismo para sumar el voto que le falta para tener mayoría propia.
Voceros de los diferentes bloques opositores confiaron a LPO estar alarmados por una posible jugada de riesgo del siempre temido Pichetto. “En cualquier momento sienta todo su bloque y pide votar”, se escuchaba por parte de asesores del radicalismo y del peronismo federal.
Mientras la sesión trascurría con tranquilidad, con temas acordados entre todas las fuerzas, el jefe del bloque kirchnerista, siempre ajeno a cuestiones sin conflicto, permanecía en el recinto haciendo llamados telefónicos.
Si en alguna oportunidad la jugada K se hace realidad, la oposición tiene previsto judicializar el debate con la esperanza de que una demora en los tribunales trabe la discusión. La próxima sesión será el 30 de marzo.
Fuente: lapoliticaonline.com
