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PunTito, puntazo

El Huracán de Pompei levantó un 0-2, sigue invicto desde su llegada y ahora juega una final ante Gimnasia. Banfield, con todo para ganar, no pudo quedar primero…

Una oda a la injusticia futbolera. Ese concepto hubiera encabezado este análisis si Banfield le ganaba a Huracán. Que perdonen los que no crean en los méritos en el fútbol, pero el Globo no merecía perder. Más: merecía hasta ganarlo.

Huracán fue más, sí, pero esa es una generalidad que tuvo muchos matices analizables. Fue más impetuoso, el que más buscó. Sin muchas ideas, es cierto. Pero, ojo, atrás hace agua. Da la sensación de que lo soplan y se derrumba en el fondo. Sólo así se puede analizar racionalmente que a los 23 minutos el partido lo ganara Banfield 2 a 0. Tal vez entre la eficacia del Taladro y los desajustes groseros de la defensa del Globo se explicaban los dos primeros goles. Primero, volea de Jonatan Gómez tras centro de García (Monzón pudo haber hecho algo más para sacarla) y, después, asistencia de Brítez Ojeda (sí, de Brítez Ojeda) para el propio García que definió muy bien, abajo, a un palo.

Pero Huracán fue más, decíamos. Por actitud, por las ganas de darlo vuelta como contra Newell’s en Rosario. Por la polenta de Maidana, Battaglia y Machín bombardeando a centros a dos delanteros voluntariosos como son Zárate y Cámpora. Este último, después de perderse un gol increíble tras un rebote a tono de Bologna, le bajó de cabeza una pelota en el área chica al Roly, que no perdonó: 2 a 1.

En el segundo tiempo, ya más jugado, dejó espacios que Banfield pudo capitalizar. Pero sobre el pucho, a cinco minutos del final, el premio: otra vez Cámpora cabeceó entre los centrales del Taladro. Esta vez al gol. El 2 a 2 mantiene invicto al Globo en la era Pompei. Y deja dudas para el local: un equipo discontinuo durante los 90 minutos, que se encontró con dos goles y tampoco pudo sostener la diferencia. Jugó como sin saber que los tres puntos lo dejaban arriba. De Souza, por caso, llamado a manejar y cuidar la pelota, estuvo desaparecido. Sólo algún destello excepcional de Carrusca para destacar.

Para Huracán, una recompensa clave para tomar un poco de aire en medio de ese mar de números en el que está naufragando. Sobre todo porque venía de ganar Gimnasia. Gimnasia, al que enfrentará el sábado que viene en una final anticipada. Pero Pompei puede dormir tranquilo por un rato. Sí, porque ayer sacó un punTito. Bah, un puntazo.

Fuente: Olé

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