Se fue para arriba. River doblegó ayer como visitante a Quilmes por 1-0 y mientras se va olvidando de los promedios, empieza a soñar con el campeonato. El ex canalla Paulo Ferrari, tras una brillante jugada colectiva, marcó el único gol del partido a los 13 minutos, que le dio al elenco millonario su segunda victoria al hilo que lo ubica al tope de la tabla del Clausura junto a Estudiantes.
Quilmes presionó en el complemento, pero aunque tuvo un par de situaciones claras, no pudo igualar y está cada vez más comprometida su permanencia en primera.
Desde el inicio River impuso condiciones y con buen trato de pelota puso al rival contra su arco. A los 11’ Buonanotte remató de zurda y la pelota se fue cerca.
La paciencia y el buen manejo millonario rindieron sus frutos dos minutos más tarde cuando, tras una gran acción colectiva, Lamela logró romper el cerco defensivo local, definió con un toque por encima de Trípodi y Ferrari empujó al gol.
Ya en desventaja y con más ganas que fútbol, Quilmes intentó llevarse por delante a River y dispuso de un par de chances que no aprovechó.
En el complemento, el local salió decidido en busca del empate y puso más de una vez en aprietos a la defensa visitante, que lució firme pero se expuso muy cerca de Carrizo.
A los 16’, Gerlo envió un centro desde la derecha, Corvalán mandó el balón de nuevo al medio y Cauteruccio, libre, cabeceó a las manos de Carrizo. Tres minutos más tarde, Fontanini tomó un rebote de cabeza y dejó solo al delantero uruguayo, quien una vez más desperdició una clara situación.
Quilmes también pudo alcanzar la igualdad a los 28’, pero un tiro libre de Caneo se fue pegado al ángulo izquierdo del arco millonario.
Poco y nada hizo River en la segunda etapa, ya que se replegó demasiado y apostó casi exclusivamente a un contraataque que nunca llegó. De esta manera, lejos de su mejor versión, al equipo de Jota Jota le queda el sabor dulce de una victoria que sólo justificó de a ratos. Y además alcanzó la punta.
Fuente: La Capital
