Transitar por Retiro en días laborales suele ser una tarea por demás engorrosa. Pero quienes ayer pasaron por esa zona en las primeras horas de la tarde lo definieron como «una misión imposible», equiparable a querer apagar un incendio con un balde.
Hubo varios pequeños focos que contribuyeron a crear un gran embudo, justo en un día en el que hubo demoras en el ferrocarril Mitre como consecuencia de un descarrilamiento ocurrido durante la mañana (sobre lo que se informa por separado).
Precisamente por ese incidente, más gente decidió viajar al centro en automóvil, donde se encontró con una manifestación de ferroviarios que partió a las 14 desde la estación de trenes de Retiro y se dirigió hacia el Ministerio de Trabajo, en Alem al 600. Por la protesta, uno de los carriles de esa avenida, en sentido sur, quedó bloqueado, lo que aumentó la congestión de vehículos.
Muchos autos que transitaban por Alem desde el Sur hacia el Norte decidieron pasar a la mano contraria para poder seguir viaje por Tucumán y evitar así el embotellamiento, algo que no está permitido y que acrecentó el caos vehicular.
Otras infracciones se vieron obligados a cometer quienes circulaban con sus vehículos por la zona portuaria. La proximidad de Retiro con ese sector no hace más que agravar el caos. Ayer, el puerto también estaba atestado de camiones que circulan por Madero y Huergo durante el día.
Desde el gobierno porteño aseguraron que hubo intentos de reacomodar y reordenar el tránsito pesado, como establecer horas de circulación exclusiva de camiones, pero que no sirve sin un rediseño de la zona. Se calcula que más de 50.000 camiones transitan diariamente por Buenos Aires, 18.000 de ellos con semirremolques o acoplados.
«Pensamos que esto debe formar parte de un rediseño de la zona portuaria. Por ejemplo, la avenida Antártida Argentina es muy ancha, pero tiene en el medio una zona de detención de camiones que la reduce. Hay temas que no puede definir sólo la ciudad, sino que hay que pensarlos en conjunto con el gobierno nacional», explicaron funcionarios porteños.
Por día, unas tres millones de personas entran en la ciudad .Sólo por el corredor norte se calcula que ingresan 1.200.000 vehículos.
Fuente: La Nación