Legislatura Hoy

Leyes y políticas

Hubo siete horas de caos por un piquete

Transitar por la ciudad ayer fue una verdadera odisea. Cerca del mediodía, el tránsito en el centro colapsó como consecuencia de un corte en la autopista Illia, realizado por un grupo de habitantes de la villa 31, que denunció que un vecino murió tras sufrir un ataque de epilepsia y porque dos ambulancias del SAME no quisieron ingresar al asentamiento para asistirlo.

El corte provocó que las avenidas que conectan la zona norte de la ciudad con el centro se desbordaran de autos y camiones que circulaban a paso de hombre y que en muchos casos se encontraron con más cortes vehiculares por otras protestas o por obras públicas. Además, según dijeron varios automovilistas, casi no había policías que ordenaran el caótico tránsito.

Ayer, a las 12.30, por la Avenida del Libertador y Lugones había largas filas que iban desde el barrio de Núñez hasta el centro. Huergo y Madero eran un infierno de camiones. El corte se levantó después de siete horas, a las 17.30. Sin embargo, la congestión de tránsito también complicó la hora de regreso.

La denuncia de los habitantes de la villa 31 por la muerte de Humberto Ruiz, de 47 años, se produjo en medio del enfrentamiento que mantienen los gobiernos porteños y nacional por la seguridad, tal como se informa en la página (XX). Fuentes de la Policía Federal informaron que los médicos porteños se negaron a entrar a la villa pese a tener custodia policial.

Desde el gobierno de la ciudad informaron que de haber existido abandono de persona, los médicos involucrados serán sancionados, aunque cargaron las tintas de la pelea: «Esta muerte se dio en el marco del retiro de los efectivos de la Policía Federal en la ciudad», dijo Néstor Pérez Baliño, jefe de gabinete del Ministerio de Salud porteño, que negoció con los vecinos de la villa 31 el levantamiento del corte.

«La policía vino para custodiar a la ambulancia, pero fueron los médicos los que no quisieron entrar. Ruiz murió tras esperar tres horas ayuda. En los últimos seis meses hubo otras dos muertes por los mismos motivos. No es un problema con la policía, sino con los médicos», denunció Víctor Castillo, dirigente de la villa 31, un abogado que tiene una cooperativa y un centro deportivo que el año pasado fue equipado con un gabinete de informática por el gobierno nacional, según se publica en la página de La Cámpora, la agrupación de jóvenes kirchneristas.

El corte sobre la autopista Illia comenzó a las 10.30 de ayer. Habían pasado 24 horas de la muerte de Humberto Ruiz, que tenía 47 años y vivía en la manzana 24 de la villa, a 150 metros del edificio en el que funciona una guardería de muebles. El hombre sufrió un ataque de epilepsia y pasadas las 7 la mujer llamó al SAME. Al no recibir ayuda, dos horas y media más tarde llamó a Castillo, según él mismo contó a LA NACION. Entonces fue Castillo quien reiteró el llamado y constató, según dijo, que la policía había concurrido, pero que la ambulancia no. «La médica repetía: «Ni con 20 patrulleros voy a entrar».» Nos pidieron que lo lleváramos nosotros hasta donde estaba la ambulancia. Finalmente, lo cargamos sobre una puerta y lo llevamos hasta Castillo y calle 12, pero no estaba la ambulancia. Cuando vimos que no respiraba, lo trasladamos a una salita que tiene la Prefectura Naval, pero ya era tarde», dijo.

Fuentes policiales confirmaron que anteayer, a las 7, en el Comando Radioeléctrico se recibió una llamada del SAME con el fin de coordinar la custodia de la comisaría 46a. para el personal médico que, a bordo de una ambulancia, debía atender una emergencia en la villa 31.

Escoltados por un móvil de la mencionada dependencia, el médico, el chofer y el enfermero llegaron hasta el cruce de Castillo y la calle 12, pero se negaron a entrar en el barrio porque consideraron que, a pesar de contar con la escolta policial, no estaban dadas las condiciones de seguridad. Dos horas después se reiteró el llamado. Entonces, desde el Comando Radioeléctrico se ordenó que concurriera otro patrullero para acompañar al segundo equipo médico. Pero el personal del SAME también se negó a ingresar en el barrio por las mismas razones que presentó el equipo anterior.

«Si hubo abandono de persona, los médicos serán sancionados. Lo cierto es que ahora se van a realizar las desgrabaciones correspondientes para determinar qué ocurrió», explicó Pérez Baliño.

«No es la primera vez que ocurre. Las ambulancias no quieren entrar y dejan que los vecinos de la villa 31 mueran como perros», denunció Ruth Torrico, otra dirigente de la villa 31, que el 4 de septiembre último vio morir a su esposo, el periodista Adam Ledezma, que trabajaba para el canal Mundo Villa, y que esperó dos horas y media la ambulancia, tras haber sido apuñalado por una persona que ingresó en su vivienda y escapó sin robar nada.

PIQUETE
Un habitante de la villa 31, sentado sobre un neumático, bloquea el tránsito sobre la autopista Illia en reclamo de asistencia médica para el asentamiento.

SIN TRANSITO
La autopista Illia, que conecta la avenida 9 de Julio con la Costanera Norte, estuvo durante siete horas vacía por la protesta de la villa, que crece a sus márgenes

Fuente: La Nación

Debes estar conectado para publicar un comentario.