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REVELAN VACIAMIENTO EN EL HOSPITAL BORDA

Macri en Problemas: Los problemas de gestión de Mauricio Macri se acumulan uno tras otro. A los constantes reclamos de docentes y estudiantes por el estado de las escuelas, se le suma ahora la denuncia de organismos médicos de un supuesto vaciamiento del Hospital José Borda. Postales del deterioro del sistema sanitario en una ciudad rica en recursos pero pobre en materia dirigencialrevelan vaciamiento en el hospital josé borda.
Hace seis décadas atrás, los hospitales argentinos, tanto por su grado de complejidad como por el accionar de su personal médico y no médico, eran de los mejores del mundo y motivo de copia para los países de la región, que veían en el sistema sanitario nacional, el modelo a seguir para el crecimiento de las comunidades.

La falta de inversión que el Estado ha venido realizando en las últimas décadas ha sumergido al sistema de Salud en una crisis terminal, que hace que para salir adelante se tenga que invertir, además de muchísimo dinero, otro tanto de horas de trabajo hombre para levantar la atención sanitaria en nuestro país.

En estos momentos, los argentinos nos desayunamos con la denuncia de grupos de profesionales médicos que manifiestan que desde el gobierno de la ciudad de Buenos Aires que encabeza Mauricio Macri, se lleva adelante un “vaciamiento” del Hospital de Salud Mental «José T. Borda», impidiendo la atención digna a cientos de pacientes que pasan por sus salas diariamente.

Es más importante para el gobierno encabezado por el ex presidente de Boca Juniors, pelearse con el gobierno nacional por quién es el que debe brindar Seguridad en los hospitales, que dar una atención y manutención digna de los nosocomios que están hoy en día a cargo de la administración que comanda Mauricio Macri.

Desde el miércoles 20 de abril hasta este lunes, el nosocomio público funcionó sin suministro de gas, por lo que los 500 pacientes que están en sus instalaciones no tuvieron acceso a condiciones alimentarias y sanitarias dignas. Esto llevó a que el pasado viernes un grupo de pacientes externados, voluntarios y enfermeros cortaron la calle Ramón Carrillo para exigir a las autoridades sanitarias de la ciudad que se solucionara el problema, no contando para ello con ningún interlocutor válido por parte del organismo porteño.

Tanto la muerte de Flanklin Guarachi el 7 de abril a causa de un incendio en una de las habitaciones del Servicio 8 del hospital -espacio al que se lo había trasladado por el cierre del Servicio de adicciones por parte del gobierno porteño- como el corte del suministro de gas el miércoles pasado, son entendidos por los profesionales que desempeñan sus tareas en la institución, como las dos patas de un mismo hecho: “el vaciamiento” del Hospital Borda.

A esto se le suma la considerable disminución de internos, de 1.200 que había hace unos años atrás, se pasó al estado de haber hoy en día sólo 500 y con anuncios que dicen que se van a seguir haciendo recortes en la gente internada, así como también en el personal que atiende a los mismos. Parte de los internos fueron enviados a instituciones psiquiátricas privadas donde continúa la lógica del encierro y la exclusión social. “Esto no es un proceso de transformación, sino de tercerización, de privatización encubierta del sistema de salud”, comentó Alfredo Olivera de Radio “La Colifata” en un comunicado enviado a la prensa.

Existe otra manera de entender el tratamiento psiquiátrico: la desmanicomialización, “que no consiste en reacondicionar el hospital y que quede lindo y perpetuar el encierro de los pacientes por diez, veinte, o cuarenta años”, explicó Olivera. La desmanicomialización implica no sólo que todas las instituciones psiquiátricas cambien la forma de tratar los problemas mentales sino que el Estado garantice la inclusión social a partir de alternativas de vivienda y trabajo. La nueva Ley de Salud Mental 26657, sancionada en el 2010, va en este sentido pero no está reglamentada por lo cual, hasta el momento, no se perciben cambios en la manera de encarar el tratamiento.

Todo lo dicho anteriormente, muestra un total abandono por parte de las autoridades de la ciudad hacia una situación que tienen que vivir en forma diaria cientos de pacientes del hospital que alguna vez supo ser ejemplo en la materia en toda Latinoamérica, copiándose su modelo en decenas de países, y que hora sufre la decadencia que viene padeciendo la Salud pública desde la introducción del neoliberalismo económico bajo la última dictadura militar.

En sus discursos de campaña en el año 2007, el ex presidente de Boca prometía soluciones rápidas y efectivas a todos los problemas que acarrea la Capital Federal desde hace décadas, pero una vez llegado al poder, se olvidó rápidamente de lo prometido y comenzó una nueva etapa de excusas que sólo sirven para seguir empeorando el deteriorado y decadente sistema sanitario de la ciudad.

Este tema no hace más que poner en discusión cuánta es la importancia que le dan los políticos a la Salud en nuestro país, ya que en momentos de campaña todos hablan y ofrecen proyectos de cómo van a mejorar la atención sanitaria de los argentinos, pero una vez llegados al poder parecen olvidarse de sus palabras y realizan todo lo contrario a lo que vinieron manifestando durante años.

En lo que parecía ser un cambio en la mentalidad de la ciudadanía, muchos pensaban que esta forma de hacer política iba a cambiar en la Argentina del siglo XXI, pero el retroceso que se está viviendo en nuestro país desde distintos puntos de vista, es mayor a lo previsto, y se recae nuevamente en estas acciones que nos siguen sumiendo en el fondo del tercer mundo, y que los argentinos nunca sabemos aprender de los errores del pasado y los seguimos cometiendo en el presente.

Sólo con una fuerte política de Estado que tienda al mejoramiento gradual y sustancial de los hospitales públicos, que lleve a un mejoramiento de las condiciones edilicias y laborales, que procure atender las causas y no que atienda los hechos consumados, el sistema de Salud argentino podrá volver a recuperar la excelencia que supo tener en una época, y evitar que se siga cayendo en el desgaste y deterioro de las últimas décadas.
Fuente: www.agenciacna.com

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