Quito, 29 abr (Andes).- El proceso eruptivo del volcán Tungurahua, en la sierra centro de Ecuador, se mantiene con emisión de columnas de ceniza, según el último reporte del Instituto Geofísico de la Politécnica Nacional (IG).
En el documento se señala que ha existido un cambio en la dirección de los vientos y se dirigían hacia el nor-este (nor-oriente), generando caídas de ceniza en la parte de superior del cono. La ceniza afectó a la población ahora a la población de Baños.
Asimismo, se reportó la “dos pequeños colapsos de bloques acumulados en la zona del borde del cráter. Estos colapsos descendieron máximo 1 kilómetro por los flancos occidental y nor-occidental”.
El proceso eruptivo del volcán Tungurahua, ubicado a 135 kilómetros al sur de Quito, se inició en 1.999. Desde entonces, ha existido temporadas en las que la intensidad en las emisiones de ceniza y la emisión de material volcánico se ha incrementado.
Por ejemplo, en el 2006, se registró una de las más grandes erupciones que arrasó con los poblados de Juive, parte de Cusúa y Bilbao. También afectó al ganado y cultivos de las provincias de Chimborazo y Tungurahua. Unas 3.000 personas fueron evacuadas.
Otra reactivación fue en el 2008 cuando el Tungurahua, de 5.023 metros, comenzó a lanzar cenizas y piedras incandescentes. En esa ocasión se declaró la alerta roja (alerta máxima).
En el 2010 también se activaron las alertas por el incremento de la actividad volcánica. Y el pasado 26 de abril, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) emitió el cambio de alerta de amarilla a naranja en las zonas cercanas.
La constante amenaza que ha representado el volcán Tungurahua para los habitantes que viven a sus alrededores ha incentivado la educación para afrontar una posible erupción volcánica.
El Gobernador de Tungurahua, Alexis Sánchez, en diálogo con Andes, señaló que en estos 11 años se ha avanzado en la gestión de riesgos “si algo positivo podemos sacar a esto es la organización. En cada ocasión las respuestas se dan de manera más coordinada y más rápida, que es lo que necesita la población”, afirmó.
En la nueva Constitución ecuatoriana se incorporó a la gestión de riesgos debido a que el país es vulnerable a los fenómenos naturales como erupciones volcánicas, terremotos, debido a que lo atraviesa un cinturón de volcanes.
De esta manera el 26 de abril del 2008, mediante Decreto Ejecutivo 1046-A, se creó la Secretaría Técnica de Gestión de Riesgos, como entidad adscrita al Ministerio Coordinador de Seguridad Interna y Externa.
Ahora esta entidad forma parte de los Comités de Operaciones Emergentes (COE) de cada ciudad y provincia donde se presente una emergencia.
Sánchez explicó que cada año se va mejorando en la respuesta ante las emergencias del Tungurahua pues ya existe un manual de gestión de riesgo. Los COES de cada zona “se activan y actúan con los planes de emergencia de las ciudades y todo comienza a marchar de acuerdo a lo que determinan los protocolo”.
Explicó que desde hace una semana se activaron las instituciones gubernamentales y los ministerios de Salud, Inclusión Económica y Social y Agricultura para dar apoyo a la población afectada por la caída de ceniza en los alrededores del Tungurahua.
Juan Martínez, dirigente de Cotaló, uno de los poblados más afectados por la caída de ceniza, afirmó que la población “ha aprendido a convivir con los caprichos del volcán. Ahora estamos más preparados, sabemos a dónde tenemos que ir en caso de emergencia, qué hacer y a dónde llevar al ganado en caso de que algo más grave ocurra”.
En esa comunidad, ubicado en el costado occidental del coloso, por ejemplo cada mes se organiza una reunión para hablar de prevención. Además, se instaló un sistema de altoparlantes para emergencias y convocatorias.
En ese sector hay dos albergues equipados para ser utilizados en caso de emergencia.
Sánchez afirmó que aún hay cosas que quedan por trabajar “como por ejemplo el tema psicológico, la gente no quiere ser evacuada, no sale de sus tierras, corren riesgos que se se pueden minimizar”.
Fuente: andes.info.ec