El ministro de Economía Amado Boudou, rechazó esta mañana la posibilidad de saldar los 6.700 millones de dólares en el término de un año, como pretenden algunos de los países acreedores. “Ya le digo que no”, fue la respuesta del funcionario al ser consultado sobre esa posibilidad. El 26 de abril sería la fecha límite para cerrar el acuerdo.
El ministro de Economía Amado Boudou, fue el encargado hoy de ponerle paños fríos al entusiasmo de las naciones acreedoras del Club de Paris por cobrar cuanto antes los 6.700 millones de dólares que adeuda la Argentina. El funcionario le puso marco al anuncio de anoche de la Presidenta y explicó que el plan de pagos se coordinará «con el crecimiento de la Argentina».
En declaraciones a las radios Mitre y La Red, Boudou fue consultado sobre si el Gobierno aceptará pagar los 6.700 millones de dólares en un año, como proponen algunos miembros del Club de París, a lo que contestó: «Es parte de la negociación, pero ya le digo que no».
Además, el ministro celebró que los países acreedores finalmente hayan aceptado negociar sin el FMI de intermediario. «Ya sabemos en la Argentina lo que significó cuando el Fondo Monetario Internacional se metía en las cosas de nuestro país, la verdad que le fue muy mal a la Argentina, y esto fue comprendido por el Club de París», celebró.
Fecha límite
En el marcado se estimaba ayer que es altamente probable que haya un acuerdo en cuatro meses. Según trascendió, la Argentina propone pagar en cinco años con amortizaciones semestrales, mientras que algunos países miembros del Club de París exige que se concreto el pago en un año.
El Gobierno además estaría interesado en cerrar el acuerdo antes del 16 de abril. Es que según informa Ambito Financiero en esa fecha comienza una cumbre del FMI en la cual pueden surgir sanciones para la Argentina por no aceptar una auditoría del organismo. Haber cerrado el acuerdo con los países acreedores –que tienen la conducción del FMI- diluirá esa amenaza.
Boudou destacó que el pago de la deuda con el Club de Paris «va a liberar la posibilidad de créditos blandos hacia la Argentina» e insistió en que la solución de esa acreencia «marcaría la salida definitiva del default» y quedarán «solamente los fondos buitres», apenas un 7% del total defaulteado en el 2001.
Reveló además que para alcanzar esta solución que se vislumbra hoy «sin dudas, el punto culminante fue la reunión de la Presidenta con Angela Merkel en su gira por Alemania».
Precisó que «allí se planteó muy firmemente cuál era la posición de Argentina, que con el FMI en el medio no se iba a participar de ninguna negociación».
Como sea, luego que se cierren las negociaciones con los acreedores, el acuerdo
deberá ser aprobado en el Congreso, ya que sólo el Legislativo puede autorizar al Gobierno a efectivizar los pagos de la deuda.
Fuente: lapoliticaonline
