El negocio del contrabando de armas colapsó en la frontera entre Costa Rica y Panamá. Un aparente choque a balazos entre mafias de traficantes por el robo de la mercancía, derivó en el secuestro extorsivo de un colombiano que fue rescatado con vida y concluyó en un principio con el arresto de cinco costarricenses y tres panameños.
El caso «está caliente», alertó este jueves el ministro costarricense de Seguridad Pública, Mario Zamora, a EL TIEMPO. Los hechos, registrados en el área central de la frontera con Panamá desde las 4 p.m. del miércoles, muestran que las drogas fluyen de sur a norte de América y las armas de norte a sur para surtir al conflicto armado en Colombia, aseguró.
El colombiano, identificado solo con el alias de «Canario» por Seguridad, fue secuestrado al atardecer del miércoles en Panamá en momentos en que se efectuaba la transacción de armas y llevado a suelo costarricense, donde fue rescatado cerca de las 8 p.m. por la Fuerza Pública (policía) de Costa Rica. «Canario» está retenido en la zona fronteriza a la orden de la Fiscalía de este país, informó Seguridad.
El director de la Fuerza Pública, Juan Andrade, dijo que la movilización empezó cuando la policía costarricense escuchó detonaciones de armas de fuego en el límite con Panamá. Policías fronterizos panameños comunicaron a Costa Rica que estaban en «una operación encubierta con el propósito de lograr la compra de un cargamento de armas», precisó este miércoles un comunicado de Seguridad.
Los panameños, agregó, dijeron que fueron sorprendidos por un grupo armado «ajeno a la operación» que llegó al lugar de la compra y «al parecer» intentó robarse las armas, por lo que se desató una balacera. El grupo huyó en un vehículo y se llevó como rehén al colombiano, señalado por Panamá como «persona valiosa» (informante o encubierto) en el caso, añadió.
En una acción coordinada de respuesta, Costa Rica rescató a «Canario» y detuvo a uno de sus captores, un costarricense de apellido Gamboa, y Panamá capturó a tres panameños y cuatro costarricenses.
Los datos son preliminares, pues el proceso está bajo secreto en fiscalías de Panamá y de Costa Rica y se ignoran detalles de cantidad y tipo de armas y otros pormenores, aclaró Andrade.
Panamá y Costa Rica coordinan investigaciones con Colombia.
José Meléndez
Para EL TIEMPO
San José, Costa Rica
