Cuando en 2007 se inauguró la Plaza Colón, a cuatro días de asumir la presidencia, Cristina dijo que quería que el predio en el que está ubicada la estatua fuera el “símbolo de todos los argentinos”. Luego lo mantuvo cerrado sin acceso al público y lo convirtió en su “jardincito”. Ahora el PRO quiere que la plaza vuelva a manos de la Ciudad.
El kirchnerismo ubicó en el plano de las ideologías a la disputa por el monumento a Colón que quiere sacar de la plaza que está detrás de Casa Rosada. Hace algunos años, sin embargo, la propia Cristina Kirchner hablaba de su “jardincito” como el símbolo de “todos los argentinos”.
La Plaza Colón fue remodelada durante la gestión comunal de Jorge Telerman. Las obras fueron terminadas e inauguradas el 6 de diciembre de 2007, con Cristina como presidenta electa y a sólo cuatro días de asumir el cargo.
“Yo sueño con que en este lugar podamos recibir a jefes extranjeros, a delegaciones extranjeras para que la Casa Rosada atrás, sea el símbolo de todos los argentinos, el símbolo de la República Argentina, la casa común de todos nosotros”, dijo Cristina en el discurso que dio allí mismo cuatro días de asumir su primer mandato.
El conformismo de Filmus
Filmus aseguró días atrás que le molestaba que dijeran que perdió cinco elecciones porque “sólo” perdió tres: las dos en las que enfrentó a Mauricio Macri por la jefatura de gobierno y la elección de senadores por la Capital de 2007, en la que salió segundo.
Pero en concreto, Filmus perdió cinco veces en las urnas: el 3 y 24 de junio de 2007, en la primera y segunda vuelta por la jefatura de gobierno; el 28 de octubre de ese mismo año, cuando salió segundo; y el 10 y 31 de julio de 2011, la segunda vez que enfrentó a Macri por la jefatura de gobierno.
Ese día, Cristina estuvo en la ceremonia de inauguración junto a Néstor Kirchner y al jefe de gobierno Jorge Telerman, a quien el entonces presidente había rechazado para competir en la Ciudad. Kirchner se inclinó por Daniel Filmus, que perdió 5 elecciones consecutivas en la Capital.
Durante la inauguración, el matrimonio Kirchner tuvo un breve diálogo con Telerman justo debajo del monumento a Colón.
–¿Vieron que cositas lindas les podría haber hecho? –bromeó Telerman ante Cristina y Néstor.
Fiel a su estilo, el Pelado le sugirió a Cristina que podía organizar conciertos de música clásica y de música acústica en la plaza los sábados por la tarde. –Ay, qué lindo –le respondió la presidenta electa.
Pero tras la asunción de Cristina, la plaza jamás fue abierta al público, pese a que reglamentariamente el horario de las plazas que tienen rejas es de 8 a 20 y en verano se extiende hasta las 21.
La Presidencia de la Nación tiene la llave del enrejado que rodea a la plaza. Desde entonces se menciona a la plaza como el “jardincito de Cristina”.
La reacción del PRO
El Gobierno nacional tiene la llave de la plaza gracias a un convenio firmado en 2007 entre el gobierno de Telerman y el secretario de la presidencia de la Nación, Oscar Parrilli. El convenio fue aprobado por la ley 2.862.
Luego de los intentos del Gobierno nacional de remover la estatua de Colón para reemplazarla por una de Juana Azurduy, el PRO presentó una ley en la Legislatura porteña para derogar el convenio 56/07.
Así lo informó el vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo, en una conferencia de prensa que encabezó esta tarde junto a legisladores de su bloque, un par de aliados y a la que también se sumó el legislador de Proyecto Sur, Pablo Bergel.
En los fundamentos de la iniciativa se señala que «Los convenios de este tipo configuran, conforme nuestro ordenamiento legal, un acto complejo en la medida que requiere la conformidad del Poder Ejecutivo y Legislativo al tiempo que dispone en su clausula segunda que el Gobierno Nacional podrá ejercitar la autorización conferida en la cláusula anterior, incluyendo la posibilidad de que en tales circunstancias se realicen actos con acceso o no de público en la Plaza Colón y previa comunicación del evento al gobierno de la Ciudad con 48 hs. de antelación. En todo momento que no se realicen actos sin acceso de público a la Plaza Colón, esta permanecerá de acceso libre en las mismas condiciones que los demás espacios verdes de la Ciudad”.
Según Ritondo, «el Gobierno Nacional no ha solicitado autorización alguna al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para realizar los múltiples actos desarrollados en la plaza. A su vez, como segundo incumplimiento, ha hecho un uso abusivo de este espacio verde, alterando su diseño, fisionomía y modificando el emplazamiento de monumentos pertenecientes a la Ciudad como es el Caso del Monumento a Cristobal Colón y emplazando otros sin la autorización previa de esta Legislatura como es el caso del Monumento a los Caídos en el Bombardeo a Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955. Debe dejarse en claro, que sin perjuicio de compartir el sentido de este homenaje, hasta las decisiones más justas deben estar acompañadas del cumplimiento de las disipaciones legales y constitucionales».
Por su parte la legisladora Lia Rueda, que a fines de mayo fue incomunicada dentro de la Rosada por fuerzas de seguridad por tratar de impedir el traslado del monumento, afirmó que «la Presidencia de la Nación mantiene vedado el ingreso a la Plaza Colon las 24 horas del día, impidiendo el ingreso de aquellos que transitan a diario por esta Ciudad, lo que representa una apropiación del espacio público indebida y una vulneración a la autonomía consagrada a esta Ciudad por el Artículo Nº129 de la Constitución Nacional”.
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