El Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, le habría manifestado a la presidente Cristina Fernández su deseo de retomar su cargo de Gobernador en una provincia sumergida en internas. La salida se concretaría luego de la batalla con los buitres. Dicen que la presidente no lo dejaría. En efecto, ya recibió como respuesta un «dejate de embromar con el Chaco». Aunque se habla de un recambio que excede al chaqueño… y beneficia ampliamente a Axel Kicillof.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Jorge Capitanich le habría transmitido hace unos meses a la presidenta Cristina Fernández su deseo de abandonar su cargo luego de la batalla contra los fondos buitre.
El objetivo: volver al Chaco –donde está con uso de licencia como gobernador– para recuperar la provincia, sumergida en internas entre los peronistas que favorecerían un eventual triunfo radical en 2015.
En ese momento, la respuesta de la jefa de Estado fue, según comentaron hombres cercanos a Capitanich, «dejate de embromar con el Chaco». Sin embargo, la decisión del jefe de Gabinete es irse en diciembre. Habrá que ver si la Presidente lo deja.
Su imagen se desgasta por sus conferencias de prensa diarias, donde tiene que defender la gestión aunque en algunos temas no esté de acuerdo, y eso reduce sus chances de recuperar su provincia y posicionarse como un eventual candidato a la presidencia en 2015.
Hoy le tocó negar que la disputa del Gobierno con los fondos especulativos en USA sea una «epopeya política» y asegurar que se trata de la «defensa de los intereses del país».
Señaló que la postura del Gobierno en la materia «no es antojadiza. Es la de un país soberano. Muchos analistas creen que esto es una epopeya desde el punto de vista político», pero se trata de «la defensa nacional de un país soberano», subrayó.
Según dijo Capitanich, «el pueblo argentino, casi 72%, apoya la posición de la Presidente en la materia, defender los intereses de la Argentina».
En Chaco, en tanto, hay varios que quieren suceder a Capitanich, que no tiene la posibilidad de ser reelegido. Para ‘Coqui’, la gestión de Juan Carlos Bacileff Ivanoff es muy cuestionada por la opinión pública y está dejando licuar el poder del peronismo, que sólo controla algunas regiones de la provincia.
El delfín de Capitanich está entre Eduardo Aguilar, su ex ministro de Economía, y Domingo Peppo, su ex ministro de Gobierno, aunque hay otros anotados en la competencia.
Entre ellos, el hermano de Capitanich, Daniel. Este último es intendente de Campo Largo, pero no mide bien en las encuestas. Si se alza con una recuperación de la provincia –las elecciones son noventa días antes de las presidenciales–, Capitanich no abandona su sueño de ser candidato a presidente. Aunque ya perdió mucho tiempo, falta bastante para las PASO y para que su imagen se recupere como el que puso de nuevo de pie al Chaco.
«Yendo a Resistencia, desbarata la estrategia radical, porque él hizo mucho en Chaco y tiene obras para inaugurar», le confió a uno de sus colaboradores, según publicó ‘Perfil’.
# Sobre el final, la renovación
En la Casa Rosada circula la teoría de que habrá una renovación en el último trimestre de este año. Para irse, suenan, además de Capitanich, Débora Giorgi, Julio Alak, Juan Carlos Fábrega y Héctor Timerman.
«Con este equipo no llegamos a 2015», se sinceró una fuente de la Casa Rosada. Aunque todavía no está claro cuál será el rumbo, hay varios nombres y teorías en danza.
La primera de ellas es que se realizará un «blanqueo» de los que hoy manejan ministerios, pero no son ministros. Uno de esos casos es el de Justicia, donde el secretario Julián Alvarez –segundo al mando detrás de Julio Alak– se muestra como el eventual conductor de la cartera. Es lo que sucedió cuando el ministro de Economía era Hernán Lorenzino y el que en rigor manejaba la cartera era el viceministro Axel Kicillof, luego ascendido.
Mover a Juan Carlos Fábrega del Banco Central y colocar allí a un hombre de Kicillof con el aval de Miguel Pesce. La traba con Fábrega es que tiene acuerdo del Congreso para estar en el cargo hasta 2016.
Otra que está en la mira de los cambios es la titular de Industria, Débora Giorgi. El sector atraviesa un mal momento. En Industria tiene gran influencia Kicillof. De hecho, el ministro de Economía maneja de facto varias áreas en las que podría haber cambios, como por ejemplo la Cancillería. Allí el titular es Héctor Timerman, pero con la salida de Augusto Costa, que desembocó en Economía para reemplazar a Guillermo Moreno, dicen que el hombre fuerte es Carlos Alberto Bianco, quien ocupó su lugar en la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales. Timerman está fuertemente cuestionado por sus traspiés diplomáticos, incluyendo el memorándum con Irán y el secuestro de un avión a USA. En la negociación con los fondos buitre ni siquiera apareció.
Una eventual salida del jefe de Gabinete, pondría con chances al ministro Kicillof que hoy tiene el poder real en el Gobierno. Hay funcionarios que abonan la teoría de que a Axel no le conviene abandonar a Hacienda porque desde allí controla el presupuesto de los ministerios, negocia con los empresarios, con los sindicatos y es el hombre más escuchado por la Presidente. Pero otros sostienen que podría mantener ese poder real como jefe de Gabinete, dejando al mando del Palacio de Hacienda a alguno de sus hombres. Un gabinete de «puros» con Kicillof concentrando el poder es con lo que se ilusionan los que están en las segundas líneas.
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