Las dos bailarinas fueron sometidas a un juego donde debían hablar entre sí pero, lejos de solucionar sus diferencias, discutieron
La terapia de los diez finalistas es el nombre de lo que Este es el show programó para el día de hoy. Como el nombre lo indica, los diez participantes que quedaron en Bailando por un sueño fueron sentados en una ronda para participar en diversas formas de conversación. Cada tanto uno debía pararse para atender un teléfono que le decía lo que tenía que hacer. Cuando le tocó a Mora Godoy, la voz dijo que debía preguntarle algo a Laura Fidalgo.
Ambas bailarinas fueron parte de una pelea extraña en la que se decían que no se aguantaban pero que no tenían ningún problema una con la otra. Entonces, sentadas frente a frente, Mora Godoy dijo: «Mi pregunta es mucho más simple de la que todos imaginamos y es que si vos tenías un problema conmigo y si lo tenías de antemano, ¿cuál es ese problema?»
«Ninguno, la verdad que problema ninguno porque hasta acá no te conocía», respondió Fidalgo y empezó desatar un debate que estaría muy lejos de solucionar sus diferencias y transformarse en una reconciliación.
«La distancia la pusiste vos porque evitaste saludarme muchas veces», le dijo Godoy. Y continuó: «Vos tenés el problema conmigo y es fácil echarle la culpa al otro».
«Yo sentí que me tenía que acercar a vos para saludarte», contrarrestó la morocha y agregó, de forma más punzante: «Yo admiro de vos que sos muy buena estratega y te felicito porque sos re viva para èsto y yo no. Yo soy muy auténtica y más transparente».
«Estás diciendo algo de mí que no conocés. Me suena agresivo», respondió Godoy, ya enojada. «No hay que hablar del otro. Me afectó mucho lo que dijiste de mí», continuó diciendo porque necesitaba que Fidalgo le de una explicación de ese problema que tenía pero que lo negaba.
Toda esta confusión no tuvo asidero y, al ver que todo era un permanente remolino, José María Listorti, en su rol de conductor, intervino y dijo: «Listo, chicas. ¿Se quieren decir algo más? ¿Vieron que no fue tan grave? Son dos personas adultas y se pueden decir lo que quieren. ¡Un aplauso!»
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