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Toda la carne al asador

La ciudad pampeana de General Pico entró ayer al Libro Guinness de los Récords al organizar el “asado más grande del mundo”. Se necesitaron 80 asadores y 25.000 kilos de leña para hacer 13 toneladas de carne.

¿Recién ahora? ¿De quién era el récord anterior? Preguntas que se hace más de uno al conocer la noticia: la localidad de General Pico, en La Pampa, entró ayer al Libro Guinness de los Récords tras preparar el asado más grande del mundo. Fueron, exactamente, 13.713 kilos de carne cruda que se transformaron 9.132 kilos de carne asada.

El récord anterior lo ostentaba Montevideo, en Uruguay, donde en 2008 unos 1.250 asadores cocinaron 12.000 kilos de asado (Ver aparte).

La hazaña argentina se realizó en la Sociedad Rural de General Pico, a 140 kilómetros de la capital provincial: 80 asadores se encargaron de los 948 costillares donados por uno de los organizadores del evento, el Frigorífico Pico, que festejaba 30 años de existencia.

Los “cocineros”, que utilizaron 25.000 kilos de leña y 950 cruces de asadores (en cuya fabricación colaboraron estudiantes de escuelas técnicas), contaron además con la ayuda de 500 personas para atender a los más de 20.000 comensales.

Los representantes del Guinness supervisaron, en la madrugada de ayer, la previa del gran asado, que demandó unas 4 horas en las que, entre otras cosas, se pesaron uno a uno los costillares.

“Esto será a fuego lento”, dijo uno de los asadores cerca de las 8.20 de ayer, cuando se empezó a prender el fuego. Claro que el olorcito no hizo más que atraer a los “invitados”: más de 15 cuadras de autos esperaban para ingresar al predio donde se serviría el asado más grande del mundo. Durante la semana previa, se habían vendido más de 18.000 porciones de asado a $7 cada una.

Ni siquiera el gobernador de La Pampa, Oscar Jorge, quiso perderse el acontecimiento. “Esto es producto del esfuerzo de una sociedad que demuestra que antes situaciones u objetivos pueden estar juntos para seguir creciendo”, opinó Jorge.

Para terminar de certificar el récord, los comensales tuvieron que comer el asado y, claro, nadie se opuso. Y sí, también hubo un aplauso para los asadores.

Fuente: La Razón

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