A más de nueve meses de la desaparición de Erica, la familia Soriano realizó una solicitud al fiscal a cargo de la investigación, Gerardo Loureyro, para que llame a indagatoria al novio de la joven, Daniel Lagostena. En el escrito, consideraron al hombre como “el único y principal sospechoso” del caso que, según la presentación, podría haber derivado en un homicidio. “Confiamos en que la semana que viene el fiscal acepte este pedido”, indicó en diálogo con Info Región el abogado José Vera.
María Esther Romero, la madre de Erica Soriano, la joven embarazada desaparecida hace nueve meses en Lanús, solicitó ayer la indagatoria para el novio, Daniel Lagostena, al considerarlo «el único y principal sospechoso» del caso que, según su presentación, podría haber derivado en un homicidio.
El pedido de indagatoria fue presentado ayer por el abogado de la familia, José Vera, ante el fiscal a cargo de la investigación, Gerardo Loureyro, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 de Lomas de Zamora.
“Será el fiscal quien deberá decidir si está de acuerdo con el escrito y citar a indagatoria al novio de Erica o rechazar la petición”, expresó el letrado en diálogo con Info Región.
El delito por el que la querella pide que el novio sea indagado, es el de privación ilegal de la libertad calificada por ser la víctima una mujer y por ser el autor el conviviente, que está contemplado en el artículo 142 bis del Código Penal y tiene una pena de 10 a 25 años de prisión. Sin embargo, en el escrito, el particular damnificado menciona la posibilidad de que Erica haya sido víctima de un homicidio.
“Suponemos que desgraciada y atrozmente podría haber sido víctima de un homicidio», señala la madre de la víctima al tener en cuenta «el lapso transcurrido desde que -acompañada del aquí imputado- fue vista por última vez».
La querella pidió también una pericia psicológica para Lagostena con el fin de demostrar que tiene «una personalidad violenta, egocéntrica y desordenada» que lo lleva «a hacer cualquier cosa -aún ilegales- para subyugar a su compañera de momento”.
«Jamás asumió una actitud propia de quien pretende colaborar con la investigación destinada a ubicar no sólo a su pareja y persona a quien amaría, ni siquiera reparó en tratar de facilitar de alguna manera la aparición de la madre de su hijo en camino», advierte el escrito.
En la presentación, también se menciona como agravante «la mayor vulnerabilidad y debilidad de Erica» por estar embarazada y que de los correos electrónicos que se intercambiaba la pareja surge que «claros elementos que lo vinculan (a Lagostena) como una persona que pretendía disponer arbitrariamente de Erica».
Como prueba de cargo, la querella señaló «la circunstancia de que el teléfono celular propiedad del imputado, el día en que desapareció la víctima y frente a los innumerables llamados realizados por familiares y amigos, jamás fueron contestados».
El escrito continúa: «Esta condición -ampliamente acreditada en la causa- determina que el mismo no estaba al alcance del acusado».
En el escrito también se advierte de las declaraciones de testigos que contradicen la coartada del sospechoso al afirmar que «esa mañana ninguno de los vecinos linderos observó a Lagostena en su domicilio y mucho menos sobre el techo de la vivienda que ocupaba».
Además, se mencionó como sospechoso el viaje que realizó el novio de Erica al interior durante los días posteriores a la desaparición de la joven, lapso durante el cual dejó su celular sobre el techo de un kiosco de diarios.
«En este tipo de delito, el delincuente no sólo tiene en miras su comisión, también planea y organiza meticulosamente la mejor forma de asegurar su impunidad», concluye el escrito.
Luego de la presentación, el abogado de la familia dialogó con Info Región y manifestó las “expectativas” por el reclamo.
“Confiamos en que la semana que viene el fiscal acepte este pedido para poder comenzar a pensar en algo concreto. Tanto la familia como yo, nos encontramos expectantes”, indicó Vera.
En tanto, Giselle, la hermana menor de Erica subrayó las sospechas de la familia la pareja de Erica. “Desde un principio supe que él tuvo algo que ver con la desaparición de mi hermana. Lo que pasa es que al no estar asesorados no teníamos el respaldo que hoy en día tenemos para llevar adelante el caso”, afirmó.
Erica Soriano (30), embarazada de dos meses y medio, desapareció el 21 de agosto del 2010 después de una discusión con su pareja, Daniel Lagostena, en la casa que ambos compartían en Coronel Santiago al 1433, de Lanús.
La chica tenía previsto ir a visitar a su madre a la localidad de Villa Adelina, en el norte del conurbano, pero nunca llegó a destino. Para dar con su paradero se realizaron varias marchas y se difundió su foto en todo el país, pero hasta el momento no hay pistas, de la mujer que hoy tendría un bebé de dos meses.
Incluso, en el marco de la causa se exhumaron siete cadáveres en el cementerio de Lanús y se examinó la bóveda de la familia de Lagostena -su padre tiene una funeraria-, en búsqueda del cadáver o de algún indicio de Erica, aunque sin resultados.
Fuente: InfoRegión