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Joven fue condenado a perpetua por matar un policía y hubo incidentes entre familiares

Un joven de 20 años fue condenado hoy a prisión perpetua por haber asesinado en febrero del año pasado de un tiro en el pecho a un agente de la Policía Federal cuando ingresaba con su novia, también policía, a un hotel alojamiento de Gregorio de Laferrere, partido de La Matanza.

La condena fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de La Matanza al imputado Mario Jesús Muñoz (20), alias «Toto», durante la última audiencia del juicio por el caso en los tribunales de San Justo donde familiares de la víctima y de los imputados provocaron incidentes.

Muñoz fue condenado como coautor de «robo agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con homicidio doblemente calificado -por criminis causa (matar para lograr la impunidad) y por tratarse la víctima de un funcionario policial-«, del agente de la Policía Federal Nicolás Fernández.

Además de la condena, los jueces Franco Marcelo Fiumara, Nicolás Grappasonno y Gerardo Clemente Gayol, ordenaron que se investigue como presuntos cómplices del hoy condenado a sus dos cuñados, que fueron identificadas en el debate por testigos.

Según fuentes judiciales, una de de esas personas es un menor de edad que, según surgió en una audiencia, fue el que le ordenó a Muñoz que ejecutara a Fernández cuando descubrieron que era policía al gritar: «¡Tirale! ¡Tiene un arma, es policía!».

Tras la lectura del fallo, hubo insultos, disturbios, algunos golpes y corridas en la sede del TOC 5, donde tuvo que intervenir la policía y desalojar la sala para separar la pelea entre los familiares del policía asesinado y los del imputado.

El hecho ocurrió a las 22.10 del 24 de febrero de 2010, cuando Fernández y su novia Sabrina Marilin Silva, también policía federal, caminaban por la calle Estanislao del Campo e Iberá de Gregorio de Laferrere, rumbo al hotel alojamiento «Aero».

Tres jóvenes delincuentes los interceptaron con fines de robo y uno de ellos portaba un arma de fuego.

Según contó la novia de la víctima en el debate, ella reaccionó corriendo hasta la puerta del hotel alojamiento, donde pidió auxilio a una empleada que había en la ventanilla y le abrieron el portón.

Fernández quedó solo, le robaron la pistola reglamentaria 9 milímetros que llevaba en la cintura y le sacaron dos celulares y un bolso color negro que portaba la víctima dentro del cual estaba su uniforme policial, un cargador de la pistola, un juego de esposas y otros efectos.

Al descubrir que era policía, el delincuente que estaba armado le efectuó al suboficial un disparo en el pecho, luego de que uno de sus cómplices le ordenara que dispare.

Fernández fue asistido por su novia y los empleados del hotel alojamiento que lo llevaron hasta una clínica cercana, pero más tarde falleció.

La novia del policía y otros testigos reconocieron a «Toto» Muñoz como el autor material del disparo a la víctima en la sala de audiencias.

Otro testigo clave fue un vecino que vive a 30 cuadras del lugar del crimen y dos horas después del hecho escuchó que tiraban una bolsa de residuos en la puerta de su casa, miró por la ventana y la introdujo en su domicilio para revisarla.

Allí encontró un chaleco policial, una cartuchera, un pantalón, documentación, un bolso azul marino y una agenda, todos elementos pertenecientes al policía asesinado.

El mismo testigo reconoció a «Toto» Muñoz y a uno de los dos jóvenes que el tribunal mandó a investigar, como dos de las tres personas que vio arrojar dicha bolsa cuando se asomó por la ventana.

Con el fallo, el tribunal adhirió a lo solicitado el miércoles pasado por el fiscal de juicio Fernando Garate y la abogada del particular damnificado, Liliana Martiello.

Por su parte, el defensor oficial Esteban Díaz había pedido la absolución de Muñoz por falta de pruebas y el beneficio de la duda y, subsidiariamente, una condena del mínimo de la pena prevista para el delito de «encubrimiento».

Fuente: Telám

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