Desde las 10, comenzarán a desfilar por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro las empleadas domésticas que estaban en la casa donde ocurrió el crimen en 2002 y limpiaron la casa. También se presentará una amiga de la víctima y una ex empleada de la casa funeraria.
Dos mucamas a las que se les ordenó limpiar el baño en el que María Marta García Belsunce fue asesinada en octubre de 2002, deberán declarar hoy en el juicio que investiga el encubrimiento del crimen.
Se trata de Mirta Molina y Ema Benítez, quienes en el juicio anterior (el que investigó los responsables del asesinato en sí mismo) habían afirmado que Guillermo Bártoli, cuñado de la víctima, les había pedido que limpiaran la casa, en especial el baño y la habitación donde ocurrió el homicidio de la mujer.
“Creí y supuse lo que ellos dijeron. Supuse que el señor iba a volver a la casa y quería que estuviera todo limpio; nadie nos dijo que limpiáramos”, dijo Mirta Molina antes de ingresar al tribunal. Ema Benítez, por su parte, agregó: “Limpié porque yo quise y me quedé para colaborar. Nunca pensé que fue un crimen”.
El debate, a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de San Isidro, se reanudará a partir de las 10 después de una jornada que ayer debió ser suspendida por un corte de luz.
Otro testigo que declarará hoy es Roberto Effling, encargado de un comedor comunitario de Pilar, quien recibió una donación de ropa de la víctima, entre lo que se encontraba la camisa blanca que María Marta tenía puesta el día del crimen.
Quien también deberá presentarse hoy ante el tribunal es una amiga de la víctima, Carmen Aberastain de Panelo, quien en su momento declaró que había dudas sobre el motivo de la muerte apenas ocurrida.
La lista de testigos se completa con Yolanda Cardozo, empleada de la empresa funeraria Casa Sierra, donde la familia obtuvo el certificado de defunción que aseguraba que García Belsunce había muerto de un paro cardiorrespiratorio no traumático.
Fuente: El Argentino