El Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño emitió un informe sobre el avance de la limpieza del Riachuelo en el área de la Ciudad. «Evitamos que más de 200 toneladas de residuos recolectadas en el borde contaminaran el curso de agua», sostuvo.
El saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo tiene una larga historia. En 2008 la Corte Suprema ordenó a los tres estados demandados por contaminación, La Nación, la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires, que pongan en marcha la limpieza.
En octubre de 2010 el Ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli, encomendó a la Dirección General de Limpieza la implementación de nuevas acciones en el borde del Riachuelo, principalmente en los sectores con población en condiciones de alta vulnerabilidad.
La acción tiene como fin complementar la tarea de las Cooperativas de Trabajo que son organizadas por la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), de la Unidad de Gestión e Intervención Social (UGIS), del Ente de Higiene Urbana, de URBASUR y de CLIBA. El trabajo apunta a mejorar los sectores del borde en donde hay asentamientos precarios.
En noviembre del año pasado los funcionarios de la Dirección General de Limpieza recorrieron el área y trazaron el plan de acción. Se decidió llevar los equipos y el personal por agua a fin de acceder a lugares del borde a los cuales nunca había llegado el servicio público de higiene urbana.
Las primeras acciones se desarrollaron en diciembre con la llegada del personal, una lancha y dos pontones de carga.
Entre diciembre de 2010 y enero de 2011 se realizó un trabajo profundo de limpieza del borde. Durante ese periodo se removieron 41,5 toneladas de residuos y 44 carrocerías, según datos brindados por el ministerio de Ambiente y Espacio Público.
En tanto a partir de febrero de 2011 se implementó un servicio diario de limpieza y recolección de residuos en esa zona, con la misma frecuencia y calidad de trabajo que en el resto de la Capital Federal.
Un mes después llegaron las nuevas embarcaciones del servicio que están identificadas con el escudo y los colores de la Ciudad.
El equipo de trabajo accede desde el agua y desembarca en las zonas más críticas para realizar la limpieza, recolección de residuos, retiro de objetos voluminosos, desmalezamiento, corte de pasto y desratización.
Además, se informa y concientiza a la población sobre los alcances del trabajo y los horarios de recolección. Mensualmente se entregan más de 2000 bolsas de residuos a los habitantes del borde que son retiradas por las Cooperativas de ACUMAR y las embarcaciones.
Asimismo, la Dirección General de Limpieza colabora con otras dependencias de gobierno y ONGs para facilitar recorridas y relevamientos que luego se traducen en acciones concretas para mejorar el lugar.
Otro de los objetivos del Gobierno es la parquización de lugares que antes eran sitios habituales de arrojo de residuos. Este trabajo es coordinando con las Cooperativas de ACUMAR y la Dirección General de Espacios Verdes.
Otra actividad es la de reposición y cuidado del arbolado público. Ya están disponibles más de 100 ejemplares de especies autóctonas para incorporar al borde del Riachuelo. El trabajo está a cargo de la Dirección General de Arbolado.
Cabe destacar que una vez por semana los responsables de este programa se reúnen para evaluar resultados y planificar nuevas medidas. Las reuniones son abiertas y se reciben los aportes de la comunidad para mejorar la limpieza del Riachuelo.
Desde el Gobierno porteño señalan que «los resultados de este trabajo se evidencian especialmente en la zona de los asentamientos más vulnerables. Hasta tanto esos vecinos sean reubicados en viviendas dignas el objetivo es proveerlos del servicio de higiene urbana en las mismas condiciones que el resto de la Ciudad».
Al mismo tiempo afirman que «desde diciembre de 2010 hasta hoy evitamos que más de 200 toneladas de residuos recolectadas en el borde contaminaran el curso de agua».
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