Todo empezó con una caricatura casi infantil sobre Aníbal Pachano, pero desde ahí en adelante Belén Francese encontró una nueva veta para hacerse notar. La modelo logró robar cámara con su baile y su cuerpo voluptuoso, pero además llegó a las librerías con su tomo de poesía y hasta probó suerte con el canto.
Ahora le toca el turno al dibujo: «Soy una Gioconda del espectáculo», se define Francese en su atelier improvisado, donde una sinfonía de Mozart reemplazó las estrofas de su «Belu – dance». La modelo dejó de lado las rimas y los bailes eróticos y abrazó pinturas y pinceles.
«Ahora que estoy abocada a las artes plásticas, tengo que investigar mucho», reconoció a la revista Gente. «Siempre me gustó el arte. Y dibujar, ni te cuento. En el colegio era un desastre en matemáticas, pero en dibujo, muy bien 10 felicitado», recordó.
«Es la nueva forma que encontré para expresarme. Y necesito hacerlo todo el tiempo, lo artístico me sale por los poros. ¡Y siempre tengo que hacer algo con las manos!», explicó la rubia. «Es mi especialidad. Tengo arte en las manos», definió.
Sin pasar por el quirófano ni ser esclava de la moda, Francese, de 27 años, logró reinventarse como la caricaturista en «Este es el show», donde retrata a los invitados. «Fue un día, que me saqué», reveló la rubia.
«Estaba (Aníbal) Pachano haciendo un monólogo enojadísimo, creo que contra Graciela Alfano, y yo quería decir un montón de cosas», recordó. «Tenía un cuaderno a mano, donde anotaba pensamientos… Y la situación me saturó tanto que empecé a dibujarlo. Algo de él estaba ahí, en ese dibujo: locura, ira», resumió.
Y todo lo plasmó en el papel, para risa de los presentes. Había nacido una nueva «Beludez» para que Francese se luciera en cámara.
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