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Del corto al largo se estrena «Medianeras», de Gustavo Taretto

«Medianeras», debut en el largometraje del realizador argentino Gustavo Taretto, en base en su encantador y multipremiado cortometraje homónimo, llegará el jueves a las salas comerciales con la historia de dos jóvenes que viven a muy cerca en una ciudad donde, pese a su cercanía y a estar hechos el uno para el otro, se cruzan todo el tiempo y no logran encontrarse.

Desde que inició su recorrido por festivales, la versión largometraje de “Medianeras” ganó el segundo premio del público en el Festival de Berlín (Alemania), el premio del público y el premio Le Rail Doc a la mejor ficción en el Festival de Toulouse (Francia), y el premio a la mejor película y el premio del público en el Festival de Gramado (Brasil), donde Taretto fue elegido mejor director.

Actualmente, la película lleva 15 semanas de exhibición en distintas salas comerciales en Francia, mientras que el pasado 2 de septiembre se estrenó en Noruega y en Brasil, en donde fue recibida con excelente críticas de la prensa local y tuvo además una muy buena respuesta de público.

Protagonizada por Javier Drolas y la esapñola Pilar López de Ayala -la misma de “Juana la loca”, “Alatriste” y “En la ciudad de Sylvia”-, la ópera prima de Taretto es una comedia extraña que narra la historia de dos jóvenes que viven en la misma cuadra, a pocos metros de distancia, e introduce interesantes notas a pie de página, que hablan sobre la arquitectura y la vida en las grandes ciudades.

«Quizás la ciudad sea la gran protagonista de la película, porque funciona no sólo como el escenario en el que suceden las cosas sino que alcanza una entidad propia», afirmó Taretto, quien se basó para esta película en su famoso corto homónimo, que recibió la impactante cifra de 40 premios en festivales de todo el mundo.

En una entrevista con Télam, Taretto afirmó que “se habla determinados edificios y uno de los temas de la película es también la ciudad como mal moderno, donde se sufre la soledad de vivir en megalópolis, con sus ataques de pánico, sus neurosis, sus fobias y sus aglomeraciones».

Con la actuación de Inés Efrón, Carla Peterson y Adrián Navarro, la película reúne al mismo tiempo la ficción y el documental, con una serie de apuntes y notas muy inteligentes y agudos sobre Buenos Aires, en los que se reflexiona -por ejemplo- sobre las medianeras de los edificios y la necesidad de muchos vecinos de abrir ventanas en ellas para poder ver la luz del sol.

Sobre el traslado del cortometraje al largo, Taretto señaló: «Siempre tengo la tendencia a escribir largos y filmarlos en corto, es un formato que me resulta posible porque no demanda mucho tiempo hacerlo y en este caso fue como que usé el corto como un pintor usa un boceto».

«La gran diferencia entre los dos -prosiguió Taretto realizando una mirada retrospectiva de ambos materiales- es que en el cortometraje los dos personajes protagónicos están en función de un cuento muy redondo y cerradito, mientras que en el largometraje los personajes tienen más humanidad».

«El mayor desarrollo narrativo que hace posible un largo me permitió poner la película más en función de los personajes. Aquí, uno puede saber cómo se sienten y ya no son tan funcionales a la historia sino que se transforman en objeto de relato», remarcó Taretto.

«Digamos que el largo es una película más de él y de ella, y eso la vuelve más interesante porque aparecen la fragilidad, la ilusión, lo vulnerable», añadió el cineasta, y recordó que en el origen del proyecto siempre estuvo presente el objeto ciudad como punto de partida.

«Para mí -aclaró- la observación de la ciudad es clave porque nosotros modificamos la ciudad y la ciudad nos modifica a nosotros, hay una simbiosis indisoluble».

El proyecto del largometraje de «Medianeras» se inició en la ciudad de Berlín tres años atrás cuando Taretto llegó a la Berlinale con sus productores y su cortometraje para buscar socios extranjeros dispuestos a sumarse al financiamiento de la película.

A partir de allí comenzó el trabajo de reescritura del guión, la ampliación de la investigación sobre Buenos Aires, tomas de la ciudad y el rodaje que se realizó en 2009, finalizando todo el proceso en noviembre de 2010.

«De algún modo -dijo Taretto- se trata de una película de encuentros y desencuentros, de lo difícil que es en las ciudades de hoy que dos personas se conecten y de toda la angustia que esto genera».

«Si te ponés a pensar hoy tenemos más imanes de delivery en la heladera que amigos, la vida moderna nos encierra en espacios cada vez más chicos, separados unos de otros donde la vida es más virtual», advirtió el cineasta, que justamente ofrece una profunda reflexión, con mirada cómica, sobre la incomunicación en las grandes ciudades.

En ese sentido, el realizador admitió que, en definitiva, «Medianeras» es también una comedia romántica, pero aclaró que se trata de una propuesta «atípica».

«Hay muchas claves de la comedia romántica que no se tocan pero es cierto que se trata de la historia de un chico y una chica que viven en la misma cuadra, que deberían conocerse, pero donde es la misma ciudad la que impide que se conozcan. Todo esto contado en forma amable, irónica, con humor, con capacidad para reírnos de lo que nos sucede», afirmó.

Una fuente de inspiración de Taretto podrían ser las palabras de Luis Martín-Santos: “(…) un hombre es la imagen de una ciudad y una ciudad las vísceras puestas al revés de un hombre, que un hombre encuentra en su ciudad no sólo su determinación como persona y su razón de ser, sino también los impedimentos múltiples y los obstáculos invencibles que le impiden llegar a ser”.

Télam

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