La sesión del último jueves dejó al descubierto el escenario que se viene en el parlamento porteño luego del 10 de diciembre. El macrismo trazó una estrategia para dinamitar el interbloque de Cabandié y alcanzar la mayoría en las comisiones.
La aprobación del Presupuesto porteño 2012 y la suba de la tasa del ABL mostraron en carne viva las internas que vive cada bloque en la Legislatura y el prólogo de las peleas que se pueden vivir en el marco del recambio parlamentario del 10 de diciembre.
Quedó a la vista de todo el mundo que en la sesión del jueves pasado, el interbloque K, conformado por la bancada de Juan Cabandié, el PJ, el ibarrismo y Nuevo Encuentro, votó en forma dividida en el tratamiento de la ley de leyes y el aumento tarifario.
Esa fue una muestra fiel de la difícil tarea que tendrá el joven de La Cámpora para conducir un interbloque que a priori es heterogéneo, cargado de personalidades de perfil alto que tienen intereses contrapuestos.
Una de ellas es Gabriela Cerruti, de Nuevo Encuentro. La legisladora protagonizó dos momentos de tensión el mismo jueves. En primer lugar, enfureció cuando el cuerpo se dispuso a votar la preferencia de un proyecto de su autoría que crea un sistema único de garantías de los derechos humanos y sociales.
Pese a que incluso el PRO votó unánimemente a favor, los legisladores pankirchneristas Gabriela Alegre, Francisco Nenna y Claudio Palmeyro votaron en contra, mientras que Mateo Romeo se abstuvo.
“La pelea de las Gabrielas” alcanzó un punto sin retorno. Alegre no piensa votarle ninguna ley a Cerruti, por lo que el jueves se ligó una reprimenda de Cabandié.
Luego, cuando el PRO, consciente de los cruces que generaría, propuso colar ese mismo día la designación de los cargos en la Auditoría General, Cerruti se cruzó con Fernando Sánchez, de la Coalición Cívica, que la chicaneó diciéndole que arreglara esos asuntos con su “jefe” Cabandié, a lo que respondió que ella no tiene ningún jefe.
Cada cual atiende su juego
Con el Presupuesto aprobado y la designación de dos de los tres miembros del Consejo de la Magistratura, el PRO está decidido a explotar la falta de liderazgo del interbloque K.
Lejana América
La legisladora de Proyecto Sur, María América González está cada vez más lejos del bloque de Pino Solanas.
En su discurso de la sesión del jueves, dijo que hablaba en nombre de Buenos Aires Para Todos, el espacio de Claudio Lozano que mantiene una relación tirante dentro de Proyecto Sur.
González se retiró del recinto durante la votación del Presupuesto para beneficiar al PRO. Es que tiene una excelente relación con Ritondo, que el PRO buscará explotar el año que viene.
El jueves también se vivió otro indicio de la relación que el macrismo tendrá con los legisladores que provienen del mundo sindical.
El PRO le envió un guiño a Claudio Palmeyro, del PJ, cuando introdujo un beneficio impositivo para los taxistas en la reforma del Código Fiscal.
El PRO contaba con Plameyro, que responde al líder de los taxistas, Omar Viviani, en caso de no conseguir los votos para aumentar el ABL. Como los 6 legisladores de la Coalición Cívica votaron a favor de la suba, Palmeyro no tuvo necesidad de levantar la mano.
Sin embargo, el PRO buscará generar un vínculo directo con tres hombres relacionados al sindicalismo: Palmeyro, Romeo, que responde a Víctor Santa María del Suterh, y el ingresante Alejandro Amor, que tiene relación con el macrismo a través de Sutecba, el gremio de los trabajadores municipales.
En resumen, el liderazgo de Cabandié se pondrá en juego cuando choquen Alegre y Cerruti y cuando los sindicalistas jueguen con el PRO sin incluirlo.
Las internas del PRO
En este contexto se reacomodará la nueva Legislatura. Si bien el PRO ya definió sus autoridades (Ritondo de vice primero y Fernando de Andreis como jefe de bloque), el macrismo vive su propia interna por el reparto de las comisiones.
De las 24 comisiones que tiene la Legislatura, el PRO ostenta la presidencia en 13 de ellas: Asuntos Constitucionales; Defensa, Consumidores y Usuarios; Promoción Social; Comunicación Social; Ecología; Educación; Justicia; Obras y Servicios Públicos; Presupuesto; Protección y Uso del Espacio Público; Seguridad, y Turismo.
En las tres primeras tiene incluso la mayoría. Ahora usará como carta principal el abultado triunfo en las elecciones de julio para obtener la mayoría en algunas más y quedarse con la presidencia de las comisiones de Salud y Vivienda.
En el caso de Salud, que será arrebatada a Proyecto Sur, la candidata para presidirla es Carmen Polledo. Para Vivienda había algunos nombres en danza, pero luego de que la Coalición Cívica votara en pleno por la suba de ABL, ya no es tan seguro que vaya a perder esa comisión que preside Rocío Sánchez Andía.
Como las presidencias quedarían en manos de los actuales titulares, la pelea se da por la presidencia de aquellas comisiones que quedarán acéfalas por la partida de los legisladores que las encabezan.
En el caso de Presupuesto ya está acordado el desembarco de Rogelio Frigerio. Quien era su máxima competidora, Karina Spalla, ahora se disputa con Enzo Pagani la comisión de Obras y servicios Públicos que abandona De Andreis.
En tanto que por más que parecía seguro el desembarco de Daniel Presti en Seguridad, la rueda habría girado a favor del michettista Alejandro García. Justamente porque el michettismo se quedaría con dos comisiones –si se suma la de Asuntos Constitucionales que encabeza Helio Rebot, la legisladora cercana a la ex vicejefa, Lidia Saya, podría perder la pelea por la comisión de Salud en manos de Polledo.
El resto de las comisiones
Por su parte, el interbloque K tiene acumula seis comisiones. Las de Cultura; Derechos Humanos; Desarrollo Económico; Legislación General; Planeamiento Urbano y Tránsito.
El ibarrismo intentará quedarse con dos comisiones: la de Cultura, para Suana “la Tana” Rinaldi y la de Mujer, que quiere María Elena Naddeo. Sin embargo, esa es una empresa casi imposible, puesto que por más que se pliegue al interbloque K, la bancada de Aníbal Ibarra será de sólo tres diputados.
En el caso de Legislación General, ya se habla de una pelea entre “Tito” Nenna –actual presidente– y Alejandro Amor, que tendría la venia del macrismo por su mencionada relación a través de Sutecba.
En la comisión de Desarrollo Económico, por otro lado, será fundamental la actitud que tome su actual presidenta, Delia Bisutti. La legisladora, del espacio de Nuevo Encuentro, es una de las que más se resiste a la conformación del interbloque. Pero si se mantiene en esa postura podría perder la presidencia de la comisión.
Por las dudas, el PRO ya habría reservado ese lugar a Adriana Montes, que conformará un bloque junto a Juan Pablo Arenaza. Ambos legisladores son del espacio de Patricia Bullrich, expulsada de la Coalición en el Congreso, y tendrán un trato amigable con el macrismo el año que viene.
En tanto que Proyecto Sur, al perder la comisión de Salud intentará retener las otras dos que ostenta, que son la de Descentralización y la de Legislación del Trabajo. El bloque de la UCR buscará lo mismo para su única comisión, la de Relaciones Interjurisdiccionales que encabeza Antonio Campos.
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