El chico creció y ya no le hace gracia ser la cara del disco debut de una súper banda. Pudo ser popular, pero no de la manera que le habría gustado: todos lo cargaban y lo continúan haciendo por la imagen.
Un joven inglés anunció el lunes pasado que pretende demandar legalmente a la banda Placebo por utilizar su imagen en la tapa de su disco debut, editado en 1996.
David Fox, de 28 años, soportó toda su adolescencia con la marca de un suceso ocurrido cuando tenía apenas 12: fue el protagonista de la tapa del disco homónimo de Placebo.
Desolado tras la muerte de su hermano a causa de una distrofia muscular, el joven Fox exteriorizó su angustia ante la lente de su primo Saul Fletcher, quien había llevado su cámara al entierro en la localidad inglesa de New Holland, en North Lincs.
«Salimos de la casa y me dijo que hiciera caras y poses. Todos pensamos que era para su álbum personal», explicó el joven, según el sitio The Sun. Un mes después, Fletcher le anunció a Fox que sería la cara del disco.
A la semana de recibir la llamada, Fox se encontró con su cara en todas las disquerías y su madre compró una copia del disco. «Yo estaba impresionado. Al principio pensé que estaba bueno», recordó Fox, pero los problemas no tardaron en presentarse.
«Esa foto me arruinó la vida. Cuando estaba en el colegio tenía amigos. Solíamos jugar al fútbol y yo era feliz. Pero cuando el album salió empezaron a molestarme con eso», explicó el joven.
«Puede que hayan estado celosos o que no quisieran estar con el chico que hacía caras raras. Como vivía en una localidad tan chica, todos nos conocíamos. Creo que podría haberme librado de eso si hubiesemos vivido en una gran ciudad», señaló.
«Me pegaron un par de veces. Empecé a acercarme a las celadoras del colegio para que me protegieran», recordó Fox. Para colmo, el disco de Placebo debutó en el Top 5 de los más vendidos de Gran Bretaña y la foto del chico llegó hasta a las telenovelas locales.
Con el paso del tiempo, Fox se cambió varias veces de colegio pero dejó de acercarse al resto de los chicos para al menos intentar hacer nuevos amigos. De hecho, pasó por cuatro instituciones entre los 12 y los 16 años y terminó sus estudios como pupilo en un colegio para alumnos con problemas de comportamiento.
Después de 10 años de ahorrar y pedirle prestado fondos a su madre, Fox anunció esta semana que está listo para demandar a Placebo por los daños morales irreparables. «Nunca más lo vi a mi primo después de eso. Mi mamá nunca firmó papeles dando su consentimiento, y yo tampoco. No es por la plata, es por lo que me hizo esa tapa», expresó el joven.
«La banda no sintió nada de esto, yo tuve que vivir con las consecuencias», sentenció.
Fuente: Minuto Uno