Aunque el 1er. ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirme que nada cambiará porque Palestina obtuvo «una resolución que no tiene significado», y que «no se creará un Estado palestino sin un acuerdo que garantice la seguridad de los ciudadanos israelíes», cualquiera sabe que Netanyahu tiene la cintura de pollo, y que si Israel no comprende que algo está cambiando, su soledad será importante.
Por una abrumadora mayoría, la Asamblea General de Naciones Unidas admitió a Palestina como “Estado observador” tras una votación en la que 138 países se pronunciaron a favor, solo nueve en contra y 41 se abstuvieron.
De esta manera, la organización más representativa de la voluntad internacional reconoce implícitamente la soberanía de los palestinos sobre el territorio ocupado por Israel desde 1967. Esta decisión abre un nuevo capítulo en un conflicto que se prolonga por más de seis décadas y deja a Israel y a USA en el mayor aislamiento diplomático que han conocido jamás.
65 años después de rechazar la creación de Israel, los palestinos consiguieron este jueves el reconocimiento simbólico de su Estado ante la Asamblea General de Naciones Unidas. El gesto sin peso legal es una derrota diplomática para Israel mientras, según reconoce hasta el secretario general de la ONU, la paz parece estar «más lejos que nunca».
Palestina es ahora un «Estado» en lugar de «una entidad» para la Asamblea General, el foro de debate de la ONU. Sigue sin pertenecer a la organización al ser sólo un «observador no miembro», puede hablar en la tribuna como hasta ahora y su delegación se sienta en el mismo lugar de las últimas dos décadas, junto a la del Vaticano.
La votación no supone la admisión de Palestina como miembro de pleno derecho de la ONU, un paso que corresponde al Consejo de Seguridad, ni tiene consecuencias inmediatas en cuanto a la creación efectiva de un Estado.
Sin embargo, le concede a los palestinos una renovada legitimidad en su lucha contra la ocupación y llama la atención mundial sobre la urgente necesidad de poner fin a un problema que explica en gran medida el clima permanente de inestabilidad y violencia en Oriente Próximo.
En la presentación de la resolución, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, aseguró que esta iniciativa “no pretende deslegitimar a Israel sino legitimar a Palestina”. Aseguró que este paso ha sido dado no para obstaculizar las negociaciones de paz con Israel, sino “porque Palestina cree en la paz y porque su pueblo está desesperadamente necesitado de ella”.
De inmediato se conoció un comunicado de Benjamin Netanyahu, 1er. ministro de Israel, quien ha acusado a los palestinos de violar los acuerdos existentes con Israel al acudir a Naciones Unidas de forma unilateral. «Israel actuará en consecuencia. El camino de paz entre Jerusalén -a la que Israel considera su capital, aunque la capital internacionalmente reconocida es Tel Aviv- y Ramala -capital administrativa ‘de facto’ de la Autoridad Palestina- es a través de las negociaciones directas sin condiciones previas, no las decisiones unilaterales en la ONU», afirmó con una soberbia inadmisible.
En definitiva, Israel y USA se encontraron solos en la Asamblea General de la ONU frente a un amplísimo bloque de países de todos los continentes, tanto con gobiernos democráticos como autoritarios, de derecha como de izquierda, que se pronunciaron a favor de la reclamación palestina.
Únicamente la República Checa, Canadá, Panamá, Nauru, Palau, Micronesia y las Islas Marshall votaron junto a Israel y USA.
La mayor parte de los países de Europa, incluidos España, Francia, Italia o Portugal, votaron a favor de la resolución, patrocinada por 13 naciones, que iguala el nivel de representación de Palestina al del Vaticano.
Otros, como Alemania, el Reino Unido y algunos países del Báltico, optaron por la abstención.
La suma total da un número de votos afirmativos algo menor que el que esperaban los palestinos, que cuentan ya con el reconocimiento bilateral de 132 naciones y confiaban llegar a los 150, y un número de votos negativos menor que el que esperaban Israel y USA, que confiaban en el respaldo de algún miembro de mayor relevancia que ese grupo de islas del sur del Pacífico.
Fuente: Urgente24