El estreno de Misión rescate coincide con el anuncio sobre el hallazgo de agua en Marte y reabre inquietantes preguntas
Los más optimistas dirán que no sólo es pura coincidencia, sino una nueva muestra de que entre la ficción y la realidad cada vez hay menos diferencias. Los más escépticos, en cambio, hablarán de cálculo, especulación y una operación de marketing sin precedentes en la historia reciente de Hollywood.
Estas interpretaciones, expuestas a un debate que promete ser muy largo, responden a una realidad que ocupa desde hace algunos días la atención global, entre el asombro y el entretenimiento. Los estudios 20th Century Fox eligieron desde hace un buen tiempo el primer fin de semana de octubre como fecha de lanzamiento simultáneo en todo el planeta (50 países entre hoy y mañana, entre ellos, la Argentina) de Misión rescate (The Martian), la nueva película de Ridley Scott . Una historia largamente anticipada sobre la asombrosa supervivencia en Marte de un astronauta dado por muerto durante una misión que transcurre en 2030.
En medio de la expectativa por esta novedad, estimulada por el buen recibimiento que tuvo en su estreno mundial durante el último Festival de Toronto, la NASA presentó el lunes último indicios certeros de la presencia de agua líquida en Marte. Más precisamente, rastros de sales hidratadas en la superficie del planeta. El hallazgo recuperó una de las más viejas preguntas que se hacen los astrónomos, y también los autores de libros y películas sobre temas espaciales: ¿podría haber vida en el llamado planeta rojo?
Pero antes de ese interrogante apareció otro, que mucha gente se formula mirando fijo hacia el corazón de Hollywood. ¿De verdad resulta tan aleatoria la convergencia entre este anuncio extraordinario y el estreno de la película más ambiciosa de los últimos tiempos sobre la carrera espacial, en la que la NASA tuvo un papel decisivo, mucho más poderoso e influyente que un mero asesoramiento científico?
Ridley Scott, el director de la película, tiene una explicación que, en verdad, responde a una estrategia que hasta consigue alimentar algunas de las dudas más visibles. «Lo supe hace dos meses -dijo cuando se conoció el hallazgo del agua-. La primera vez que hablé con la NASA vimos toda la información y notamos que en las fotos se observa una cosa blanca masiva sobre la superficie. Pregunté: eso que se ve cubierto de polvo y parece hielo, ¿podría ser un océano? «Así es», me respondieron. Por esa razón la NASA quiere ir allí y descubrir qué es lo que hay», explicó a The New York Times.
El film fue realizado en coordinación con la NASA
El film fue realizado en coordinación con la NASA.
Scott admitió que la revelación le llegó en un momento demasiado tardío como para alterar sus planes de rodaje. Pero en verdad lo que reconoció es que de haber sido fiel a los dichos de la NASA el resultado hubiese sido frustrante: se iba a ver obligado a mutilar un pasaje esencial de Misión rescate, en el que se muestra la ingeniosa variante elegida por el solitario astronauta encarnado por Matt Damon para sobrevivir en Marte mucho más de lo previsto.
El descubrimiento de la NASA concentró en un solo punto el interés que dos semanas atrás había despertado en su conjunto el estreno mundial de Misión rescate. Para acompañar el estreno mundial, todo el nutrido elenco protagónico desembarcó en Toronto junto con Scott, el guionista Drew Goddard y hasta el autor del best seller original, Andy Weir. Entre todos sumaban 16 cuando se acomodaron en la sala preparada para el encuentro con la prensa internacional (del que participó LA NACION) luego de la primera proyección.
En ese momento, la curiosidad de los medios estaba repartida. Algunos querían conocer detalles del dispositivo que les permitía a algunos actores (Jessica Chastain y Kate Mara, sobre todo) reproducir la gravedad cero de un viaje espacial. Otros, el renovado interés de Scott por una temática y un escenario distópico que marcó a fuego algunas de sus obras más reconocidas (Alien, Blade Runner, la reciente Prometeo).
Cuando le tocó hablar (y lo hizo bastante durante los 40 minutos de charla, a expensas de la mayoría del silencioso elenco), Scott desmitificó esa identificación e hizo un viraje abrupto, al definir a Misión rescate como un western. «Yo crecí viendo películas del Oeste en el televisor de mi casa. Cuando era chico todos queríamos parecernos a John Wayne, sobre todo cuando su personaje se enfrentaba solo a la naturaleza. Nunca hice hasta ahora un western, pero toda la vida quise ponerme las botas de cowboy», dijo, sugiriendo que Misión rescate podría ser su primera experiencia en ese terreno, aunque ambientado en la árida superficie marciana.
«Viajar por el espacio, algo que también pudo convertirse en realidad, es una plataforma maravillosa para cumplir con nuestras propias fantasías. Un escenario donde casi todo es posible. Y en un lugar así uno puede llegar lo más lejos posibles con sus propias reglas, utilizándolas hasta el límite. Eso es lo que me propuse», completó Scott, a quien Misión rescate se le hizo fácil pese a las complejidades de su producción gracias al material escrito por Weir y adaptado por Goddard.
«Es una de mis películas más realistas -precisó-, porque por un lado se apoya con mucha fuerza en afirmaciones científicas, todas surgidas de un guión magnífico. Y por otro, en el elenco. Si hago el casting adecuado, me quedo mucho más tranquilo. Eso quiere decir que puedo concentrarme mucho más en otras cuestiones.»
Rodeado por sus compañeros, Damon bromeó sobre el tema, al señalar que ya había 55 actores comprometidos en el proyecto antes de que él mismo comenzara a rodar una película que, paradójicamente, lo obligó la mayor parte del tiempo a estar completamente solo. «De hecho, me estoy encontrando con todos ellos recién ahora. Y por suerte nunca tuve necesidad de escucharlos durante el rodaje», dijo entre risas.
De esa situación el actor dijo que logró sacar una clara ventaja. «Lo mejor de una historia así fue que tenía al director a mi completa disposición casi todo el tiempo. Eso mitiga sustancialmente los riesgos de una producción tan exigente», señaló.
Y a la vez, en línea con sus compañeros, hizo notar un detalle llamativo: «Todos nosotros nos involucramos en una producción muy importante. Pero al mismo tiempo durante el rodaje volvimos a ser chicos por un rato y a simular un viaje por el espacio. Fingíamos ser astronautas. ¡Y funcionó!».