Legislatura Hoy

Leyes y políticas

Por la inclusión de las personas con discapacidad

En 1992, al término del Decenio de las Naciones Unidas para los Impedidos (1983-1992), la Asamblea General proclamó el  3 de diciembre Día Internacional de las Personas con Discapacidad. El Decenio había sido un período de toma de conciencia y de medidas orientadas hacia la acción y destinadas al constante mejoramiento de la situación de las personas con discapacidades y a la consecución de la igualdad de oportunidades para ellas.

Ante la respuesta de muchos países fue entonces que, el 14 de Octubre de 1993, la Asamblea General proclamó el 3 de diciembre Día Internacional de las Personas con Discapacidad. En Argentina, a mediados de octubre del año 2000, se declaró el 3 de diciembre, como Día Nacional de las Personas con Discapacidad (Ley 25346), a fin de promover conductas responsables y solidarias sobre los derechos de todas las personas con discapacidad.

Hoy se celebra la jornada mundial de las personas con discapacidad y este medio se comunicó con una experta en la materia para detallar las problemáticas que acogen a las personas que sufren algún tipo y cómo encarar la realidad.

“Por tener una deficiencia psíquica, física o sensorial no significa que esas personas sean mejor o peor que otras. Debemos aceptar las diferencias y no subestimarlas porque, tienen los mismos derechos, deberes, sentimientos, ilusiones y esperanzas” le explicó a Hoy la doctora. María Fernanda Rodríguez, especialista en derechos humanos y personas con discapacidad.

La integración como bandera

Se calcula que mil millones de personas en el mundo viven con discapacidad y enfrentan muchas barreras para que se las incluya en aspectos sociales clave. A consecuencia de ello, no disfrutan del acceso a la sociedad de igual forma que otros, incluido en áreas como el transporte, el empleo, la educación y la vida política y social. “El derecho a participar en la actividad pública es esencial para crear democracias estables, para una ciudadanía activa y para reducir las desigualdades sociales” aportó Rodríguez.

“Promoviendo el fortalecimiento se crean oportunidades reales para la gente, se potencian sus habilidades y se les ayuda a establecer sus prioridades. El empoderamiento implica invertir en las personas – en empleos, salud, nutrición, educación y protección social. Cuando ocurre eso, están mejor preparadas para aprovechar oportunidades, se convierten en agentes de cambio y pueden asumir con más preparación sus responsabilidades cívicas”, finalizó la especialista.

Fuente: Diario Hoy

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