Parecía un sueño hecho realidad para miles de fans. Sting, en la Plaza de Mayo, en un festival abierto y popular. Como toda ilusión, se rompió como una burbuja.
El Gobierno había querido incluirlo como artista principal en el concierto del 10 de diciembre por el Día Internacional de los Derechos Humanos, en el que se distinguirá al ex juez español Baltasar Garzón.
Sin embargo, el caché del artista hizo imposible avanzar en las negociaciones (ya que cobraría alrededor de 1,5 millón de dólares).
Según el diario Perfil, fuentes de la Unidad Ejecutora del Bicentenario y de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación desmintieron que el músico británico vendrá a la Argentina.
Fuente: La Gaceta