Juan José López se juega el domingo mucho más que tres puntos. Ante Colón, ¿será su última chance? Muchos piden a Passarella.
El grande y glorioso River siente que ha llegado a una instancia clave en la que su grandeza y su gloria no le sirven de nada. Y se apresta a vivir el partido del domingo en el Monumental ante Colón en medio de un clima de nerviosismo y ansiedad de parte dirigentes e hinchas que poco colabora para sacar al equipo del pantano de la reválida, que hoy estaría jugando ante Belgrano.
Con gestos adustos que reflejaron la tensión del momento que se está atravesando, el plantel inició ayer en Ezeiza la preparación para ese crucial encuentro, acaso uno de los más angustiosos de su historia. Y aunque todavía resulta prematuro anticiparlos, se sabe que el técnico Juan José López hará un par de cambios en la formación buscando mayor generación de juego y poder de ataque.
Jonatan Maidana, repuesto de su doble esguince de la rodilla y el tobillo derechos, reaparecerá en la defensa en lugar del juvenil Leo González Pires.
Pero no será esa la novedad más importante. Habrá que ver cómo llega al domingo Matías Almeyda tras haberse retirado ante Olimpo con una contractura en el aductor izquierdo. Y quién será el sustituto de Walter Acevedo, que en Bahía Blanca, acumuló su quinta amarilla.
En principio, se estimaba que en su reemplazo, podrían jugar Buonanotte o Lanzini para acompañar a Lamela. Pero como Almeyda no llegará al ciento por ciento, iría Cirigliano en una variante más conservadora.
Por otra parte y ante la mala la impresión que dejó la actuación en Bahía Blanca con Olimpo y el temor a tener que jugar la reválida, se supo que, al borde de la desesperación, varios dirigentes le propusieron anteayer al presidente Daniel Passarella que sea él quien tome las riendas del equipo y lo dirija en los tres partidos que quedan hasta el cierre del Clausura por Juan José López.
Passarella descartó echar mano por ahora a un recurso tan extremo y el mismo lunes lo llamó a “J.J.” a su despacho del primer piso del Monumental y le ratificó su confianza. Pero el presidente sabe que todo es circunstancial y que una derrota ante Colón se lo llevará puesto al técnico y desatará en el país “millonario” una hoguera peor de la que ya se percibe, a tres fechas del final del campeonato mas dramático que haya jugado en sus 110 años de existencia
Ayer López fue contundente: “Voy a morir con las botas puestas y con lo mío. Pienso igual que siempre: defendernos bien y atacar con orden. Sigo confiando en este grupo”.
Fuente: Mundo D