BUENOS AIRES.- La titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, reconoció que desde hace dos años mantenía diferencias con Sergio Schoklender, que se siente traicionada y bregó por la cárcel para los responsables de los manejos irregulares de fondos enviados por la Nación para la construcción de viviendas sociales.
En una extensa entrevista concedida al diario porteño «Página 12», Bonafini habló de traición y quizo llevar tranquilidad a más de 6.000 trabajadores. «Todos van a seguir trabajando, todos van a seguir cobrando, que nadie tenga miedo. Vamos a pagar. Tenemos algunas propiedades que se pueden vender para poder asumir eso y quedarnos tranquilas, sobre todo porque la están golpeando mucho a Cristina (Fernández de Kirchner). Yo tengo el cuero duro, pero no quiero que justo en este año, que lo hacen a propósito, la golpeen a la Presidenta. Me parece que está todo muy organizado, muy armado, con muchas ganas de seguir, por eso llaman los medios, fijate qué medios, en toda la basura, explicó la mujer que inmortalizó la lucha de los pañuelos blancos.
Consultada sobre las sensaciones vividas después de la demanda presentada ante la justicia fue clara: «Tengo bronca. Pero cuando uno está al frente de una cosa tan importante como ésta, de una organización que creció con el trabajo y el esfuerzo de las Madres eso es lo que tengo que defender a capa y espada, con lo cual los sentimientos no pueden primar sobre este proyecto, de ninguna manera, lo tengo clarísimo».
A pesar de sentirse traicionada, asegura que va a seguir confiando en las personas. «Una tiene que ser mucho más desconfiada y un poquito más egoísta a veces. También mirar bien la clase. Cada vez creo más en la lucha de clases. Ellos -los hermanos Schoklender- se criaron en una clase que no tiene nada que ver con la nuestra y a la larga les volvió a agarrar la de ser empresarios. No les importó a costa de qué. Nosotras somos de otra clase social, no pensamos igual. No pensamos en ser una empresa», aclara Bonafini, que sigue apostando al proyecto.
«Si van presos que vayan presos, tienen que pagar lo que hicieron, es muy gordo, no es una pavada. Es que si robaron, es una traición y el traidor es muy fuerte. Creo que es la peor palabra que se le puede dar a una persona. Traición a todo: sentimientos, la confianza, a todas las Madres. Somos un montón de viejas que luchamos y peleamos, que la gente nos respeta por todo eso», sentenció Hebe, lapidaria con los hermanos que desde hace más de 25 años ella mismo cobijó.
Fuente: lagaceta.com