Ortiz reza y motiva. En la vuelta a las prácticas, arengó al plantel: “Hay que mostrar carácter”.
Gimnasia vive un momento crítico. En descenso directo a una fecha del final del Clausura, Darío Ortiz apela a la religión y al inflador anímico para mantener enteros a sus dirigidos. Reza y motiva. “Soy muy creyente y sé que el milagro puede suceder. Sólo hay que esperar a que Dios nos dé una oportunidad más”, declaró el Indio, evangelista practicante, con la caída ante All Boys aún fresca y Boca en el horizonte. Además, el entrenador también apuntó al espíritu del equipo: “Les vengo diciendo a los muchachos que el que muestre más carácter en estas instancias será quien mantendrá la categoría. Y llegamos a la última fecha con la necesidad de mostrar que nuestro equipo tiene el carácter para lograrlo”.
Antes del inicio de la práctica de ayer, Ortiz llamó a todos los jugadores, los juntó en una ronda y conversó enérgicamente con ellos: “Con el cuerpo técnico tendremos que trabajar mucho en lo psicológico y en la motivación. Y el encargado de hacer todo eso soy yo”, explicó.
Para poder ilusionarse con mantener la categoría, si bien tendrá que estar atento a resultados ajenos, al Lobo le sirve un solo resultado: vencer a Boca: “A pesar de que perdimos, les dije a los jugadores que aún depende de nosotros, que tenemos que ganar. Y eso es lo que intentaremos. Buscaremos hacerlo por la gente, sería muy triste que no se dé. Nuestra tranquilidad es que vamos a hacer todo lo posible para lograrlo”. Los jugadores de Gimnasia están golpeados anímicamente. Y Ortiz intenta levantarlos con religión y palabras.
Fuente: Olé