La gobernadorea de la Región de Concepción donde se ubica la mina dijo que estaría dispuesta a recibir a las mujeres para dialogar sobre el programa de empleo estatal.
Lota, Chile – Las 33 chilenas en huelga de hambre en un yacimiento minero a 900 metros de profundidad en Chile comenzaron a sufrir problemas de salud y el gobierno aceptó dialogar con ellas sobre el futuro del programa de empleo estatal al que pertenecían.
«No tengo ningún problema en recibirlas», dijo la intendenta (gobernadora) de la Región de Concepción, Jacqueline van Rysselberghe, nombrada en su cargo por el presidente Sebastián Piñera, señaló DPA.
La autoridad, que negó que la salud de las manifestantes esté complicada como indicó el municipio de la empobrecida ciudad de Lota, fustigó que trás la protesta estén funcionarios municipales.
«Cuando hay actores políticos que quieren generar conflicto eso me complica», dijo Van Rysselberghe y luego acusó que la acción es coordinada por el ex guerrillero y hoy funcionario Vasili Carillo.
Las declaraciones de Van Rysselberghe, militante del derechista y oficialista partido Unión Demócrata Independiente, marcan un cambio en la postura inicial de la autoridad.
El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, calificó en un inicio de «afortunadas» a las mujeres por poder acceder a un empleo de emergencia que es pagado con sueldo mínimo.
Van Rysselberghe además sostuvo en un principio que «mientras no esté en riesgo su vida y no hagan daño (al interior de la mina) se pueden quedar todo lo que quieran allí abajo».
En ese escenario, una de las huelguistas, Juana Núñez, alertó a las autoridades que seguirán hasta el final, pese a las complicaciones. «El estómago nos cruje mucho por el hambre», relató.
Por su parte, el alcalde de la ciudad de Lota, Jorge Venegas, pidió al Ejecutivo reponer el programa de empleos de emergencias, pagados por el fisco en la zona, azotada por un terremoto en febrero.
Detalló que con 40 millones de dólares sería posible financiar por todo 2011 los 12.000 empleos cesados las últimas semanas.
El yacimiento Chiflón del Diablo, que inspiró novelas, cuentos y películas, fue escenario de mútiples accidentes durante sus más de cien años de existencia.
El terremoto de febrero, el quinto más grande de la historia sísmica registrada, dejó pérdidas por unos 30.000 millones de dólares en una zona de 500 kilómetros de largo.
El movimiento telúrico, y el posterior tsunami que asoló las costas, destruyó pueblos enteros y elevó el desempleo a cerca de un 20 por ciento en algunas zonas.
Decenas de miles de personas viven aún en casas de emergencia de 16 metros cuadrados y deben compartir baños con cinco a seis familias.
El gobierno de Sebastián Piñera, que asumió en marzo, destinó miles de millones de dólares a la reconstrucción, pero alcaldes y organizaciones sociales de la zona denunciaron lentitud y fallas.
Fuente: eluniversal.com