Tras la comparecencia de Rupert Murdoch y su hijo James ante el Parlamento, fue el turno de Rebekah Brooks, jefa del imperio del empresario australiano en Reino Unido y ex directora de News of the World. A diferencia de los Murdoch, Brooks, editora de The News of The World durante la época de las escuchas, estuvo acompañada de su abogado para cuidar lo que dice, dado que estuvo arrestada este fin de semana. Aún así anunció que intentará ser lo más abierta posible durante la comparecencia.
Por momentos tartamudeando, Brooks intentó mantener el contacto con los parlamentarios que la interrogaron con su mirada. Comenzó pidiendo disculpas por el escándalo de escuchas ilegales que desató el tabloide que ella representaba, episodio que calificó como «bastante horrorífico».
Se la veía notablemente nerviosa. Ante muchas de las consultas repitió varias veces «no lo sé, no lo sé». No obstante, destacó que News International actuó con rapidez y decisión cuando se enteró de que se habían hackeado algunas líneas.
«En The Sun ya trabajábamos con ellos (detectives) y también en News of the World. Ya comparecí en el Parlamento para hablar de esto», explicó al ser preguntada al respecto.
«¿Autorizaba los pagos?», consultó uno de los parlamentarios, a lo que ella respondió: «No funciona así. A no ser haya un pago muy importante, no pasaban por la directora».
La mano derecha de Murdoch en Reino Unido negó haber conocido personalmente a Glenn Mulcaire, el investigador privado más complicado en el caso. Admitió que esuchó sobre él en 2006 y que tuvo trato con otros investigadores, pero insistió en que Mulcaire no estaba entre ellos.
También se despegó de Tom Whittamore, sobre quien se sospecha que fue el encargado de interceptar el teléfono de Milly Dowlers, la niña secuestara y asesinada en 2002 y por quien estalló el escándalo. Afirmó que tuvo conocimiento de esa intención recién hace dos semanas, cuando se dio a conocer la polémica. además Reconoció que, de ser ciertas las imputaciones, sería ridículo sostener sus afirmaciones de entonces, cuando dijo que la privacidad de esa familia había sido respetado por la prensa.
Brooks negó de modo insistente que haya autorizado las escuchas telefónicas o la intercepción de correos electrónicos; también que haya intentado acallar en otros medios de prensa las acusaciones al respecto surgidas contra el tabloide en 2009.
Rechazó los rumores que indican que ella había conversado sobre las escuchas ilegales con el primer ministro, David Cameron, con quien comparte una amistad y son vecinos. Señaló que sus diálogos con él nunca fueron sobre esos temas.
La ex editora dijo estar preocupada por el futuro laboral de los periodistas de News of The World -que dejó de publicarse la semana pasada.-, ya que, según dijo, la mayoría de ellos eran buenos profesionales. Agregó que News International intentaría ayudarlos.
Fuente: infobae.com