El 14 de septiembre de 1977 Boca, con el «Toto» Lorenzo, un grupo de guerreros y una hinchada sin igual, se consagraba campeón de la Copa Libertadores de América en el estadio de Cruzeiro. Aquel penal de Hugo Gatti que definió la serie, aquella coronación con camiseta blanca
Antes de la gran empresa de la Copa, Boca venía de doble éxito local, en el Metro y el Nacional de 1976. Para el año 1977 dejó el último esfuerzo: la Copa Libertadores.
En la final revancha jugada en Brasil, ante los azules de Cruzeiro, Boca se presentó con una camiseta blanca. Cruzeiro defendía la corona que le había ganado a River en la edición anterior.
El Xeneize ganó 1-0 el de ida y en Belo Horizonte sufrió la única derrota. Por eso, definieron desde los doce pasos. Todos habían convertido hasta que el último penal, a cargo de Vanderley, fue detenido por el “Loco” Gatti.
Esa noche de los penales, el equipo formó con Gatti; Pernía, Tesare, Mouzo, Tarantini; Benítez, Suñé, Zanabria; Mastrángelo, Veglio y Felman.
Era un 14 de septiembre, un día como hoy.
Aquella copa empezó con un triunfo sobre la hora ante River, a quien dejó en el camino junto a los uruguayos Peñarol y Defensor. En la zona semifinal dejó afuera a Libertad de Paraguay y Deportivo Cali de Colombia.
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