Tras uno de los más graves homicidios de altas personalidades afganas desde 2001, cuando USA invadió Afganistán para expulsar del poder a los talibanes, todas las sospechas recaen sobre su líder, el desaparecido Mulá Omar. Sin cambios en la estrategia militar de USA.
Afganistán amaneció este miércoles (21/09) conmocionada tras la muerte ayer (20/09) del expresidente y mediador con los talibanes, Burhanudin Rabbani, en un atentado suicida que corta las alas a los esfuerzos de reconciliación en el país.
Rabbani murió junto a otras 5 personas en un atentado contra su domicilio en Kabul en el que también quedó herido grave su «número 2», Stanikzai Masum.
Rabbani, quien fue líder del partido Muyahidin durante la invasión soviética de Afganistán, fue presidente del país entre 1993 y 1996, año en el que su gobierno fue derrocado por los talibanes liderados por Omar.
El pasado mes de octubre fue elegido por el actual mandatario, Hamid Karzai, para presidir el Consejo de Paz, desde donde lideraba los esfuerzos de reconciliación entre las diversas facciones enfrentadas.
Durante todo este tiempo, había mantenido diversos contactos directos con los talibanes para incluirlos en el proceso de pacificación.
Tras el atentado, todas las miradas apuntan contra los Talibanes, en especial, contra su lider, desaparecido e internacionalmente buscado, Mulá Omar, «el tuerto».
Mohammad Omar, más conocido como el Mulá Omar, es el jefe de los talibanes de Afganistán y fue líder del Emirato Islámico de Afganistán entre 1996 y 2001. Se ha otorgado el título religioso de Emir de los Creyentes, lo que significa que era la máxima autoridad musulmana.
Heroe primero, villano despues. Luchó contra los comunistas afganos y sus aliados soviéticos en la Guerra de Afganistán (1979-1989) y luego formó su propio movimiento que se hizo con el poder en 1996, hasta que fue derrocado por la invasión estadounidense en 2001. Desde entonces está prófugo, posiblemente oculto en Pakistán.
La vida de Omar es un miesterio en si mismo. No se sabe con certeza cuándo nació, se dice que nunca ha volado en un avión, y que solo salió de Afganistán alguna vez para viajar brevemente algunas áreas tribales de Pakistán. No hay fotos de él (si bien dos son las que circulan, atribuibles a el). Omar ha dado pocas entrevistas y muy raramente se habría reunido con no-musulmanes.
El 21/05/11 la televisión afgana informó que fue abatido a tiros en Pakistán, información que fue negada por el vocero del Movimiento Talibán, Zabiullah Mujahid.
Y ahora la policía afgana cree que el suicida que mató ayer en Kabul al expresidente «fue enviado directamente» por el consejo que el máximo líder talibán, el mulá Omar, dirige supuestamente en el vecino Pakistán.
«El asesino, Esmatulá, fue enviado por la ‘shura’ (‘consejo’) de Quetta (oeste de Pakistán). Estamos investigando si pudo haber ejercido como ministro durante el régimen talibán (1996-2001)», le dijo a la agencia Efe el jefe de la brigada criminal de Kabul, Mohamed Zahir.
Rabbani fue asesinado ayer (20/09) por un suicida que hizo estallar una carga explosiva escondida en su turbante durante una reunión con el fallecido en su vivienda.
Según Zahir, Esmatulá concertó una reunión con Rabbani con el pretexto de que llevaba un «mensaje muy importante de la ‘shura’ (‘consejo’) que podría tener un efecto positivo para la tarea del Consejo de Paz, formado el año pasado por el Gobierno afgano.
El asesino contactó para ello con un antiguo ministro talibán que era en la actualidad miembro del Consejo de Paz, Rahmatulá Wahidyar, y ambos se presentaron ante Rabbani junto al «número dos» del Consejo de Paz, Stanikzai Masum.
«Rabbani acababa de volver de Dubai y decía que estaba cansado, pero el suicida afirmó que el mensaje era muy importante y que debía entregárselo en persona», agregó el oficial de Policía.
De acuerdo con Zahir, nadie en la casa de Rabbani procedió a registrar al insurgente talibán como signo de respeto y buena voluntad del Consejo de Paz, y Esmatulá activó la carga explosiva que llevaba en su turbante al acercarse a saludar al expresidente.
La Policía ha descartado que Wahidyar, antiguo viceministro talibán para los Refugiados, estuviera implicado en el atentado, el último en una serie de ataques de los insurgentes afganos contra altos cargos del Gobierno.
Tras su formación, en 2010, el Consejo de Paz se había embarcado en conversaciones con miembros de los talibanes y otros grupos insurgentes afganos para poner fin al conflicto armado, pese al recrudecimiento de la violencia en los últimos años.
El Gobierno de Pakistán ha negado en el pasado que el mulá Omar esté dirigiendo al movimiento talibán en su territorio, aunque las autoridades afganas sostienen que se mantiene activo en los alrededores de Quetta y lidera desde allí a los insurgentes.
Hoy mismo, el Consejo de Paz afgano emitió un comunicado de condolencia que atribuyó los hechos a «enemigos de la paz», y prometió que hará «todo» cuanto esté en su ámbito para «lograr su visión de lograr un futuro pacífico» para Afganistán.
Un portavoz de la Policía en Kabul, Hashmatulá Stanikzai, no pudo precisar hoy si Rabbani será enterrado hoy ni si su familia optará por darle sepultura en la capital afgana o lo trasladará a la provincia norteña de Badakshan, de la que es originario.
Sin cambios en la estrategia militar de USA
Según el secretario de Defensa Leon Panetta y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, almirante Mike Mullen, la muerte de Rabban forma parte de una campaña de asesinatos selectivos llevados a cabo por los talibanes, cada vez más cercados en el campo de batalla.
Los insurgentes, dijo Mullen, «no han conocido éxitos militares este año. En ese aspecto su campaña fracasó».
El almirante señaló, sin embargo, que las fuerzas estadounidenses toman «seriamente» la ola de asesinatos. «Estratégicamente es significativa», dijo, pero precisó que de todas maneras no llevará a que Washington modifique en lo esencial la estrategia bélica que conduce desde hace 10 años.
Hablando en la misma conferencia, Panetta indicó que las fuerzas estadounidenses están coordinando con las afganas para intentar “liquidar” a los talibanes.
El presidente de USA, Barack Obama, aseguró hoy que la muerte en atentado del ex presidente afgano Burhanudin Rabbani no impedirá que USA mantenga su apoyo a Afganistán en su transición hacia la libertad.
Obama efectuó estas declaraciones al comienzo de una reunión bilateral con el presidente afgano, Hamid Karzai, al margen de la Asamblea General de la ONU, tras el atentado que le costó la vida a Rabbani.
El presidente estadounidense calificó de «trágica» la muerte de Rabbani y aseguró que era un hombre profundamente entregado a Afganistán.
El jefe de Estado afgano rindió, a su vez, homenaje al «martirio» de Rabbani y aseguró que el exmandatario sacrificó su vida por la paz.
Por su parte, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, indicó poco después en un comunicado que USA «apoyará al Gobierno afgano en su tarea de buscar y llevar ante la justicia a los responsables de este cobarde ataque», y seguirá «aumentando la presión sobre Al Qaeda y los talibanes».
«Siempre hemos sabido que existirían aquellos que harán todo lo posible por socavar la causa de la paz y la reconciliación. Veremos más violencia antes de que todo esto acabe. Pero no podrán impedir que el pueblo afgano persiga un futuro más pacífico y democrático para su país», indicó Clinton.
El asesinato de Rabbani ha motivado que Karzai acorte su visita a USA para emprender el regreso a su país.
www.urgente24.com