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España abarata el despido contra la crisis

El Gobierno del PP anuncia una reforma que reduce la indemnización en caso de perder el trabajo. El contrato indefinido tendrá un periodo de prueba de un año. Los que cobren alguna ayuda deberá realizar un servicio social

Las características y consecuencias de esta nueva reforma laboral ya habían sido anunciados, de manera involuntaria, por dos pesos pesados del Gobierno. El primero en explicarla a su manera por el presidente español Mariano Rajoy, que admitió en la Unión Europea, en una conversación privada, que el proyecto le iba a costar «una huelga general». El segundo en admitir los graves alcances de la reforma fue el ministro de Economía Luis de Guindos, que en otra conversación captada por cámaras y micrófonos, admitió que iba a ser «extremadamente agresiva».

Los cambios no son pocos. En primer lugar, se abarata el despido improcedente al reducir la indemnización de 45 a 33 días por año trabajado, hasta un máximo de 24 mensualidades. Si el despido sea procedente, la indemnización será de 20 días durante un año.

El «contrato indefinido» a partir de ahora, contará con un periodo de prueba de un año para emprendedores y empresas de menos de 50 trabajadores ( pymes). Ese contrato incluye una deducción de 3.000 euros en la contratación del primer trabajador menor de 30 años y permite combinar el cobro del paro y de un salario.

El Gobierno, por otra parte, prohíbe a partir del 31 de diciembre de 2012 que los contratos temporales se puedan extender más allá de los dos años, algo que había anulado en anterior Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

El decreto también establece que los que cobren una prestación por desempleo tendrán que realizar «un trabajo social para la comunidad». La ley, además, se acuerda de los bancos, y establece un límite de dos años en las indemnizaciones a los directivos de bancos. En caso de expediente disciplinario, no tendrán derecho a ninguna retribución.

España tiene en la actualidad más de cinco millones de desempleados, es decir, que el 23% de su población activa no encuentra trabajo. En los últimos cuatro años el desempleo no ha dejado de aumentar. El anterior Gobierno consideró que para revertir esta tendencia hacía falta reformas laborales que abaratasen el despido y flexibilizasen el mercado laboral, y así se aplicó. Ahora el Gobierno de Rajoy apuesta por lo primero, y pone ciertas reglas sobre lo segundo.

No obstante, ni el mismo presidente parece muy entusiasta con esas medidas. Esta misma semana, reconocía ante el Congreso de los Diputados que 2012 sería un año de recesión para España, y que el desempleo seguiría aumentando a pesar de todo.

Infobae

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