Una ola de atentados perpetrados con el método de coche bomba en la ciudad capital de Bagdad y en otros puntos del país contra objetivos mayoritariamente chiitas, causaron al menos 37 muertes y más de 230 heridos.
El ministerio del Interior contabilizó en la capital cinco coches bomba, uno de ellos conducido por un kamikaze, dos ataques de hombres armados contra un puesto de control de la policía y al menos 6 bombas. El balance fatal en Bagdad es de al menos 22 muertos y 69 heridos.
Se trata de la más sangrienta serie de atentados desde el 14 de enero, cuando un ataque suicida contra peregrinos chiitas había dejado al menos 53 muertos cerca de la sureña ciudad de Basora.
El atentado más letal se registró a primera hora en el distrito de Karrada, en el centro de Bagdad y habitado básicamente por musulmanes chiitas, cuando nueve personas perdieron la vida por el estallido de una bomba cerca de un puesto de control policial, informó la agencia de noticias DPA.
Otras seis personas perecieron por la explosión de un coche bomba en el barrio de Al-Kadhimiya, en el norte bagdadí, e igual número de iraquíes falleció en un asalto ejecutado por hombres armados en un puesto de vigilancia policial en el distrito de Sarafiya.
En la provincia de Salah al Din, en el norte del país, ocho personas murieron y otras 56 resultaron heridas en tres ataques con la misma metodología, según informó el jefe del Departamento de Salud de la provincia, Raed el Jaburi. El gobierno impuso el toque de queda en la zona tras los atentados.
En la provincia de Dilaya (centro), varios ataques perpetrados por hombres armados y con coches bombas en la capital Baquba y en sus alrededores dejaron seis muertos y 11 heridos, según un oficial de la policía provincial.
Por su parte, en la también céntrica provincia de Babilonia un coche bomba estalló cerca de los edificios de la municipalidad de Hilla y provocó un muerto y 5 heridos, según un primer balance de la policía.
La explosión de un coche bomba dejó 63 heridos entre ellos numerosos escolares en Al Musayeb, y otros tres en Kirkuk (240 kilómetros al norte de Bagdad) provocaron 25 heridos.
Otra bomba estalló al paso de un convoy de la policía en una localidad a 20 kms. al norte de Hilla, dejando 7 heridos, según la policía.
Los principales bloques políticos de Irak, la gobernante Alianza Nacional (chiita) y la opositora Al-Iraqiya (laica, pero con fuerte presencia sunnita) agudizaron sus disputas a raíz de la orden de arresto dictada contra el vicepresidente sunnita, Tareq Al-Hashemi, informó la agencia de noticias Prensa Latina.
Al-Hashemi, uno de los dos vicepresidentes iraquíes, y Salem Al-Mutlaq, viceprimer ministro sunnita, son dirigentes destacados de Al-Iraqiya y denunciaron hostilidad y maniobras urdidas por el primer ministro, el chiita Nouri Al-Maliki.
El vicemandatario está prófugo de la justicia que lo busca por supuesta «actividad terrorista» realizada en 2009 y permanece refugiado en el Kurdistán, pero anunció que llevará su caso ante la comunidad internacional por considerarlo con motivaciones políticas.
Funcionarios judiciales amenazaron con juzgar a Al-Hashemi en ausencia si se sigue resistiendo a entregarse para ser procesado en Bagdad, dado que se desestimó su pedido de que la vista tuviera lugar en el Kurdistán u otro lugar «neutral».
Irak será sede el 29 de marzo de la próxima cumbre árabe, la primera después de la denominada «primavera árabe», que marcará el retorno a la escena árabe del invadido y destruído país tras el derrocamiento de Saddam Hussein.
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