Damasco quiere “garantías por escrito” de que los opositores abandonarán las armas. El pedido fue rechazado por el principal grupo rebelde. El mediador del organismo y de la Liga Árabe, Kofi Annan, dijo estar “consternado”.
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INFOnews
El acuerdo de paz respaldado por Naciones Unidas para el conflicto en Siria comenzó ayer a escurrirse como arena entre los dedos, luego que Damasco exigió que sus oponentes brinden “garantías por escrito” de que depondrán las armas antes de que las fuerzas del gobierno se retiren de zonas pobladas, algo que fue rápidamente rechazado por el principal grupo rebelde del país.
El pacto, por el que medió Kofi Annan, enviado de Naciones Unidas y la Liga Árabe, debería entrar en vigor el martes, lo que prepararía el terreno para las negociaciones tendientes a terminar con una crisis que, a un año de su inicio, causó la muerte de 9000 personas, según cálculos de la ONU.